Las penurias de una casa
El viento con su cara de volcán separa los desperdicios que llegan hasta el techo, y una hojarasca juguetona que me rodea con sus susurros de lamentaciones

El viento con su cara de volcán separa los desperdicios que llegan hasta el techo, y una hojarasca juguetona que me rodea con sus susurros de lamentaciones
Llegar a viejo podría ser una fortuna. Pero un viejo olvidado y sin dinero, podría ser una desgracia
En un intento desesperado, sus dos mejores amigas le dieron el oxígeno de sus pulmones y el calor de sus almas
Había subido cumbres y montañas, había dejado atrás su pueblo y habíamos cruzado el camino de las aventuras en los vagones del ferrocarril
Todas las mañanas, aún enfermo, me asomaba al frío de aquellos días, veía la calle, los árboles, el tiempo pasar