• 05 de Mayo del 2024

Protagonista refractario

 

 

Carmen Concha-Nolte*

Comentaré la versión actualizada del relato La lección de hoy, de Luis Ignacio Muñoz (Colombia), que apareció en la revista Alquimia literaria. Ante todo, concederé al protagonista el atributo de refractario, ser que rechaza participar en su clase; además, destacaré lo siguiente: poderoso inicio y uso reiterado de la negación, ambientación y lugar, decisiones y manejo de los sentidos, y la advertencia final del protagonista y mi reflexión conclusiva.

Observamos que el término lección tiene varias acepciones en DLE: lectura (acción de leer); inteligencia de un texto, según parecer de quien lo lee […]; conjunto de conocimientos; lo que … señala el maestro…

El protagonista se mantiene reticente a participar en el aula (No me apetece recibir la lección), enuncia que no tiene padecimiento físico, incluso, apela a un juramento como voto de credibilidad (juro no me duele nada). El adverbio de negación está presente en enunciados de rechazo. El texto empieza con una negación firme que se hace eco en la narración. Algunas expresiones ponderan las partículas «sin», «tampoco», «ni».

En cuanto a la ambientación, es un aula de clase con alumnos, libros y cuadernos (hojas en blanco); en la atmósfera sobresale la figura de la escritura continua de los estudiantes. El refractario protagonista mantiene su posición de negarse a… (no pienso quedarme de pie…). Además, apela a varios sentidos: tacto (no deseo tocar … los libros), vista (ni pasar la mirada…), olfato (páginas olorosas), oído (que pregunten). También se destaca una expresión coloquial en tono de advertencia (ni que pregunten por qué…).

El aviso sentencioso del refractario marca un deseo concluyente: «hasta cuando…». Como reflexión conclusiva destaco la omisión del maestro, por tanto, es el protagonista el que ofrece «la lección». En otras palabras, “dar la lección” permanece en el plano inmanente mediante resonancias y negaciones. En todo este juego, el protagonista seduce al lector, al extremo de preferir el espacio bajo y/o desaparición.

Por último, lo invito a leer el texto de Luis Ignacio Muñoz. Éxitos, Luis. Esperamos tus libros.

No me apetece recibir hoy la lección. Juro que no me duele nada. Desde que entré al aula sigo sin saber qué me pasa. Creo ver todo igual. En orden. Cada objeto en su lugar. Incluso los alumnos en su sitio diario con su ruido sobre el papel. Sus manos que parecen insectos gigantes queriendo devorar las hojas en blanco. No pienso quedarme de pie, tampoco sentarme ni acercarme a alguien. No deseo tocar las tapas de los libros, ni pasar la mirada por sus páginas olorosas a madera apolillada. Ni que pregunten por qué hoy amanecí sin el más leve interés de acercarme a tomar la clase. Ni siquiera tratar de buscar una razón sin moverme de junto a la mesa. Prefiero seguir así, por no sé cuánto tiempo, hasta cuando mi presencia se convierta en quietud. Ser un fantasma en este suelo.   

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*Carmen Concha-Nolte (Perú). Lingüista. Maestría en Literatura. En los dos últimos años, sus creaciones aparecieron en 24 antologías. Sus artículos se leen en 30 revistas, y sus reseñas totalizan 43. Ganó el premio Péndola Dorada 2022.