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Antes de ser sorprendidos por policías municipales de Piedras Negras, Coahuila y autoridades federales, un grupo de migrantes celebraba el cumpleaños de uno de ellos a las orillas del Río Bravo.
En ese austero festejo había risas y esperanza que terminaron cuando los agentes de migración irrumpieron en su campamento donde duermen a la espera de cruzar a Estados Unidos.
Algunos migrantes dijeron que para no ser detenidos ni perseguidos, optaron por quedarse lejos del centro de la ciudad donde los discriminan.
“Mejor nos quedamos acá todos juntos porque la gente no entiende lo que vivimos y nos tratan mal”, dijo uno de los migrantes.
En el campamento fueron detenidos varios migrantes, parte de la comida del festejo, terminó en el suelo.
Previamente, cerca de las vías del tren los agentes detuvieron a otros 40 centroamericanos quienes fueron trasladados a las oficinas del Instituto Nacional de Migración.
Desde que Joe Biden ganó la presidencia de Estados Unidos, aumentó el número de migrantes que arriban a Piedras Negras como destino previo a la unión americana.
Frustran sueño americano
La gente no entiende lo que vivimos y nos tratan mal, dice uno de los migrantes centroamericanos detenidos en Piedras Negras
