• 18 de Mayo del 2024

Entre desmanes y conmoción, argentinos despiden a Diego

Suspenden homenaje a Maradona por enfrentamientos; en medio de la pandemia se reúnen multitudes

 

En una multitudinaria despedida, en que el distanciamiento social quedó en el olvido, los restos de Diego Maradona fueron llevados a la tumba de sus padres a un cementerio privado en las afueras de Buenos Aires.
Sus tres hijas Dalma, Gianinna y Jana, su exesposa Claudia Villafañe, así como sus hermanos y allegados le dieron el último adiós a Maradona en el campo santo Jardín de Bella Vista, a unos 30 kilómetros de la capital argentina.
Miles de admiradores del mediacampista se congregaron en cerca del cementerio donde el excapitán de la selección argentina descansará junto a sus padres. En el camino a su última morada, el cortejo fúnebre que trasladaba su cuerpo bajo fuertes medidas de seguridad y fue acompañado por miles de seguidores con banderas argentinas.
Su visita a los distintos estadios generó homenajes y masivas muestras de cariño, pero su velorio en la Casa Rosada y ante cientos de miles de personas fue la demostración del descomunal amor de los argentinos por el ídolo popular; sin embargo, disturbios, enfrentamientos y caos empañaron el adiós del astro argentino.
Por los incidentes, las autoridades se vieron obligadas a interrumpir el acto y trasladaron el féretro de la sala donde lo habían instalado a una más segura.
La capilla ardiente abierta al público comenzó temprano y hubo incidentes con personas que no respetaron el envallado. La policía intervino y la situación se apaciguó rápidamente. El ingreso masivo de gente a la Casa Rosada se realizó con normalidad, pero poco antes del fin de la velación, cuando la policía cerró los accesos a las filas para ingresar al velatorio, hubo disturbios.
Los enfrentamientos entre seguidores del Diez y la policía se produjeron cuando las autoridades decidieron mantener el horario de la ceremonia de despedida, lo que enardeció a muchos dolientes, que vieron frustrada su posibilidad de decirle adiós. Al final, el gobierno dio marcha atrás y extendió tres horas más el velorio.
Cuando parecían calmarse los ánimos, cientos de personas intentaron acceder al edificio gubernamental y decenas lograron forzar una valla e ingresaron.
Durante los incidentes de la jornada se reportaron varios heridos y detenidos, pero la fuerza de seguridad no precisó cuántos.
El capitán de la selección que se consagró campeona en el Mundial de 1986 en México falleció la víspera en su vivienda de las afueras de Buenos Aires, donde se había recluido para recuperarse de una operación de edema craneal el pasado 3 de noviembre. Había cumplido los 60 años el 30 de octubre.
La autopsia determinó que la causa de la muerte fue una “insuficiencia cardíaca aguda en un paciente con una miocardiopatía dilatada, insuficiencia cardíaca congestiva crónica que generó edema agudo de pulmón”.
A lo largo del velatorio, desconsolados visitantes arrojaron flores y camisetas de futbol de diferentes clubes por encima del largo parapeto que los separaba del ataúd cubierto por una bandera argentina.
Una de las camisetas que se desplegaba sobre el féretro con los restos de Maradona era la de Boca — el club de sus amores — la cual llevaba inscritos su nombre y el número 10.
Hombres y mujeres lanzaron besos al aire, se persignaron, se golpearon el pecho con el puño y gritaron “Vamos Diego”. Otros lloraron amargamente frente a la Casa Rosada, situada en la histórica Plaza de Mayo, en el centro de la capital.