El 11 de septiembre de 1945 nació una figura inmortal en el fútbol alemán: Franz Beckenbauer. Este ícono del balompié mundial falleció el pasado domingo a la edad de 78 años, según confirmó su familia. Beckenbauer no solo dejó huella como exfutbolista, sino también como exitoso entrenador y dirigente.
Beckenbauer inició su carrera con el Bayern en 1964, consolidándose como uno de los mejores jugadores de su tiempo. Su legado se extendió hasta 1983, cuando se retiró profesionalmente con el New York Cosmos en Estados Unidos. "El Káiser", como era conocido, ostentaba el título de presidente honorario del Bayern Munich, equipo con el que celebró cuatro Bundesligas.
Su palmarés es asombroso, destacando la conquista del Mundial en 1974 como jugador y repetida hazaña en 1990 como técnico. Además, se llevó la Eurocopa en 1972 y tres Copas de Europa consecutivas entre 1974 y 1977. La Internacional de Historia y Estadísticas de Futbol (IFFHS) lo ubicó como el tercer mejor jugador del siglo XX, compartiendo podio con leyendas como Pelé, Cruyff y Maradona.
Sin embargo, la carrera de Beckenbauer no estuvo exenta de polémicas. Se vio envuelto en un escándalo por supuestas irregularidades relacionadas con la obtención de la sede del Mundial 2006, siendo acusado de tráfico de influencias y compra de votos.
En sus últimos años, la salud de Beckenbauer se deterioró, alejándolo de la vida pública. Problemas cardíacos y la pérdida de visión en su ojo derecho lo llevaron a renunciar a viajes largos, como declaró tras la muerte de Pelé.
