El movimiento islamista palestino Hamás informó que su líder político, Ismail Haniyeh, murió en un bombardeo israelí en Teherán. Este ataque, ocurrido en la madrugada del miércoles, desató una promesa de venganza por parte de Hamás, incrementando los temores de una escalada del conflicto en la región, ya afectada por una guerra prolongada en Gaza. La muerte de Haniyeh ocurrió tras su participación en la investidura del nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkian.
El ayatolá Ali Jamenei, líder supremo iraní, prometió un "duro castigo" a Israel, afirmando que Teherán considera que es su "deber buscar venganza". La Guardia Revolucionaria de Irán confirmó que el ataque también mató a uno de los guardaespaldas de Haniyeh. Las autoridades iraníes declararon tres días de luto oficial, y una ceremonia funeraria se realizará en Teherán antes de trasladar el cuerpo a Doha, Qatar, donde será enterrado el viernes.
Este asesinato ha generado condenas de varios países, incluidos Turquía, China, Rusia y Qatar, que alertaron sobre el riesgo de una mayor desestabilización y extensión del conflicto. La cancillería de Qatar advirtió que el asesinato podría sumir a la región en el caos y socavar las posibilidades de paz, enfatizando la necesidad de mantener la mediación. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, también pidió unidad y firmeza contra la ocupación israelí.
En respuesta, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró su compromiso de destruir a Hamás y liberar a los rehenes secuestrados durante el ataque del 7 de octubre, que dejó mil 197 muertos en el sur de Israel, en su mayoría civiles, y 251 personas secuestradas, de las cuales 111 siguen cautivas en Gaza. La ofensiva militar de Israel en Gaza ha resultado en al menos 39 mil 445 muertes, según el Ministerio de Sanidad del territorio.
El asesinato de Haniyeh también pone en entredicho los esfuerzos de mediación liderados por Qatar, Estados Unidos y Egipto para alcanzar una tregua y un acuerdo de liberación de rehenes. El primer ministro de Qatar, Mohammed bin Abdelrahman al Thani, cuestionó la viabilidad de una mediación efectiva bajo estas circunstancias, insistiendo en la necesidad de interlocutores serios para la paz.
Además del conflicto en Gaza, las hostilidades entre Israel y otros movimientos alineados con Irán, como Hezbolá y los rebeldes hutíes en Yemen, han aumentado. Recientemente, Israel atacó un bastión de Hezbolá en Beirut, matando al comandante Fuad Shukr, a quien responsabilizó de un ataque mortal en los Altos del Golán. Este bombardeo, que también mató a tres civiles, ha sido condenado por el primer ministro libanés, Najib Mikati, y por Irán, aumentando las tensiones en la región.
Mientras tanto, en Gaza, el ejército israelí continuó con su campaña de bombardeos, enfocándose en localidades del sur como Jan Yunis y Rafah. Desde el 22 de julio, la operación militar israelí en Jan Yunis ha dejado aproximadamente 300 muertos. Israel afirmó que eliminó a más de 150 combatientes durante esta operación.