“Gracias, pero hasta aquí llego”. Con ese tono entre cordial y final, Elon Musk, el CEO de Tesla, dejó clara su postura frente a Donald Trump. Después de colaborar como "Empleado Especial del Gobierno", el magnate decidió poner punto final a su vínculo político con el expresidente.
El anuncio lo hizo público a través de X, su propia plataforma, donde escribió: “Me gustaría agradecer al Presidente @realDonaldTrump por la oportunidad de reducir el gasto innecesario”. Pero lo que parecía un simple agradecimiento pronto se convirtió en una declaración más profunda de desacuerdo.
Y es que en una entrevista reciente con CBS News, Musk soltó la bomba: el plan fiscal de Trump lo decepcionó profundamente. “No es suficiente, no cumple su objetivo y no reduce el déficit como se prometió”, dijo con tono serio.
No olvidemos que Musk fue uno de los grandes donadores de la campaña republicana. Por eso, su distanciamiento no es solo un tema administrativo, sino simbólico. “La misión @DOGE solo se fortalecerá con el tiempo”, agregó en X, en lo que muchos interpretan como una especie de guiño a proyectos más descentralizados y menos ligados al poder político.
Por supuesto, Trump no se quedó callado. “Mi plan evitó que los impuestos aumentaran un 65%”, afirmó en un comunicado, reafirmando su política como necesaria y efectiva.
Aunque el rompimiento suene abrupto, la verdad es que su relación siempre fue más una jugada de conveniencia que una hermandad ideológica. Hoy, ese juego terminó.