En Colombia, la política se tiñe de luto. Miguel Uribe Turbay, senador y precandidato presidencial, murió luego de una intensa batalla médica que se prolongó por más de sesenta días. Cirugías múltiples y tratamientos críticos intentaron revertir las heridas, pero su cuerpo no logró resistir.
La tragedia fue pública. Imágenes grabadas por asistentes muestran a Uribe Turbay hablando en un evento cuando un joven armado se acercó, desenfundó una pistola Glock y le disparó a corta distancia. Los gritos, el caos y la incredulidad se propagaron de inmediato tanto en el lugar como en las redes sociales.
El menor atacante fue arrestado en el acto y trasladado a un centro médico. Las autoridades hallaron el arma y confirmaron que, pocas horas antes, el joven rondó la zona con actitud sospechosa, acercándose repetidamente a una camioneta y realizando movimientos financieros inusuales.
La Fiscalía continúa recabando pruebas para esclarecer los motivos y posibles conexiones detrás de este crimen que golpea a la democracia colombiana. Un funcionario afirmó: “No descansaremos hasta dar con toda la verdad”, en declaraciones recogidas por medios oficiales.