El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, señaló que la normalización de las relaciones con México constituye una prioridad para su administración. La declaración se desprende de un llamado a revisar el pasado compartido con una perspectiva crítica, especialmente las tensiones surgidas por el pasado colonial y su impacto en el presente.
“Tenemos en nuestra historia claroscuros y es bueno reconocerlos”, expresó el mandatario, enfatizando la necesidad de asumir los componentes incómodos de la historia. Su postura sugiere que la diplomacia moderna debe incorporar memoria y responsabilidad para construir puentes más sólidos entre naciones con vínculos profundos.
Sánchez afirmó que el escenario actual requiere diálogo discreto, planeación y sensibilidad cultural. “La diplomacia necesita de una cierta discreción”, dijo, defendiendo negociaciones sin exposición excesiva. Agregó que España considera a México un país próximo en todas las dimensiones, lo que justifica un esfuerzo renovado para restablecer entendimientos políticos y sociales (entrevista con El País: https://elpais.com).















