Los manifestantes acusan a la empresa “Agua de Puebla” de haber firmado un acuerdo con la presidenta municipal de Xoxtla, Guadalupe Ortiz, para extraer agua del pozo número 4, ubicado en dicha localidad, con el objetivo de abastecer a la zona metropolitana de Puebla. Afirman que dicha decisión fue tomada sin consultar a la comunidad y que compromete el acceso al agua de los habitantes del municipio.
Ante esta situación, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que no existe autorización vigente para la operación del pozo y que las obras relacionadas con el mismo fueron clausuradas desde marzo pasado.
A pesar de ello, la inconformidad persiste y ha derivado en un bloqueo total de la autopista, lo que ha provocado una severa congestión vehicular y afectaciones a miles de automovilistas, tanto particulares como transportistas, que han quedado varados por varias horas bajo el sol.
El bloqueo ha tenido consecuencias más allá del caos vial. Durante la tarde y noche de este jueves, usuarios atrapados en el tránsito reportaron asaltos a mano armada por sujetos en motocicleta, lo que ha encendido las alarmas de inseguridad en la zona. Diversos conductores hicieron llamados urgentes a las autoridades para que intervengan con elementos de seguridad pública y garanticen la integridad de los ciudadanos afectados.
En un intento desesperado por salir del embotellamiento, algunos transportistas derribaron parte del muro de contención en el puente de San Antonio para tomar rutas alternas. Mientras tanto, autoridades estatales y federales recomendaron a los automovilistas evitar la zona y utilizar vías alternas, aunque estas también han reportado saturación debido al desvío del tráfico.
Hasta el cierre de esta edición, la autopista México-Puebla sigue bloqueada, sin que se haya logrado un acuerdo entre los pobladores inconformes y las autoridades correspondientes.
