Con la mayoría de los comercios en el Centro Histórico de la capital de Puebla cerrados y con muy poca afluencia de personas en el primer cuadro de la ciudad, inició este lunes por la mañana, a pesar de que se había anunciado que varios comercios podrían reabrir.
Este contexto se mantuvo, a pesar del final de la Jornada Nacional de San Distancia, la semana pasada, y que se tenía previsto dar los primeros inicios de la “nueva normalidad”.
Sin embargo, desde temprana hora sólo se vieron algunas personas en las vialidades de la capital poblana en automóviles particulares o en el transporte público, con las unidades semivacías, en el inicio de semana.
Llama la atención que en el Paseo Bravo, las cintas con las que fueron canceladas las bancas para evitar que la gente se congregue en espacios públicos, fueron retiradas por los propios ciudadanos, sin embargo amaneció desértico ya sin puestos los ambulantes de comida, como en semanas anteriores.
En el primer cuadro los únicos negocios abiertos fueron algunas farmacias, tiendas de conveniencia y unas pocas misceláneas.
También desde las 8:00 horas, se registraron algunas personas a las afueras de cajeros automáticos, esperando cobrar su quincena.
Cabe destacar que en su mayoría los restaurantes, cafeterías y fondas, permanecen cerradas.
Incluso los puestos de comida ambulante, como jugos, tamales y gelatinas que generalmente se instalan cerca de las iglesias y parques públicos del centro de la ciudad, brillaron por su ausencia ante la falta de transeúntes y trabajadores de la zona.
