El Colegio de Arte Dramático de la BUAP siempre ha figurado por dos características: los grandes proyectos de gente talentosa que ahí hay, y por parecerse a un Chernóbil debido a la gran cantidad de veneno que en esa facultad se genera. Incluso hasta de refugio ha servido para algunas estrellas estrelladas, no sé si recomendadas o sólo las ponen para que desquiten su nómina sacando sus frustraciones profesionales en las aulas con los alumnos. Como es el caso de Elvira N, que todos ustedes saben a quién me refiero. Por profesores así, es que los estudiantes ven como única fuente de trabajo asistir como extras a los programas de Laura Bozzo o Caso Cerrado.
Esta semana varios alumnos se quejaron de Frankie Rivers, como cariñosamente le llaman a la docente, esto por aquello de su similitud con este personaje de la serie Vecinos, quien se la pasa hablando de su único éxito profesional: haber salido en un filme llamado 'La toalla del Mojado', que en el caso de Elvira N, es la película “Todos hemos pecado”, que se realizó en el 2007.
Y aunque el elenco era prometedor, su estreno fue incipiente. Pa’ pronto, en Puebla sólo se exhibió en la Cinemateca Luis Buñuel, de la Casa de la Cultura, y en las salas de cine del Complejo Cultural de la BUAP, donde ni el que vende las palomitas entró a verla. Mi septuagenaria abuela dice: “La gente exitosa habla del soy, no del fui”. Esto lo digo porque no se cansa de presumirle a sus alumnos su penosa participación en el filme de hace casi dos décadas, pero que a cada paso que da lo revive como Frankie Rivers y 'La toalla del Mojado'.
Pues esta maestra que presume de muchas influencias, que sinceramente me cuestiono copiosamente, ya que si las tuviera estaría haciendo cine o actuando en algún proyecto, y no compitiendo o plagiando las ideas de sus alumnos. Y pobre de aquel que se atreva a quejarse, ya que tiene como método de enseñanza “la letra con sangre entra”. Ella humilla a los alumnos y especialmente a las mujeres, que dicho sea de paso le trabajan de gorra, con la ilusión de algún día salir en una escena gritando despavorida como pollo sin cabeza. Yo me pregunto: ¿esto lo sabrá el rector José Alfonso Esparza Ortiz? Me imagino que no, sería bueno, señor rector, que se diera una vuelta sorpresa por las facultades. No estaría de más, seguro se va a encontrar sorpresas como esta y mucho más.
Durante años en Puebla, no sé a qué acéfalo se le ocurrió llamarles vacas sagradas a un grupo de gente que sentían que el suelo no los merecía. Hippies y ciertamente diletantes que hacían teatro, varios muy talentosos, pero otros no tanto. Al final de cuentas, es lo único que había. Por favor, les pido gimiendo y llorando en este valle de lágrimas a todas las escuelas que contratan a estas personas, que verifiquen su trayectoria no sólo laboral sino su estado psicológico, ya que muchas veces porque salieron de árbol en una película o hicieron una pastorela, se convierten en un cáncer para las artes. Y lejos de que motiven a los nuevos talentos, los vuelven como ellos. De vacas sagradas no tienen nada, más bien son como retazo con hueso de la vaca.
Por si fuera poco, la onda emprendedora es una práctica de la docente, ya que dice ser psicoanalista y aprovecha al público cautivo de sus clases para marchantear sus sesiones y reclutar pacientes, obviamente pagados, para que le cooperen pa’l gasto y de paso le suelten su información personal, misma que después usará en su contra.
Los alumnos se quejan de que es violenta, incluso cuentan cómo rompió una puerta en la cara de una maestra, tiene fama de azota puertas. ¿Pues, cómo ven? Quejas hay muchas, pues hasta trabajos grabados en equipo pide, sin importar la pandemia. Y a todo esto, ¿qué onda con el director de la escuela de artes? ¿Sabrá todo esto Alberto Mendiola Olazagasti? Porque estoy empezando a pensar que lleva su mochada en las terapias de psicoanálisis.
Me sorprende que estudiando en Madrid, becada por el Ministerio de Cultura en Gestión y Creación de Proyectos Escénicos, no le hayan dicho qué es el plagio, o que corregir un proyecto no te hace autor. Mucho menos que, sin haber participado, exija que le pongan su crédito a todo. Aunque es parte de su gusto el crédito, es bien sabido que sus programas de mano dicen: Dirección; Elvira N. Musicalización: Elvira N. Guion: Elvira N, y así toda la ficha técnica. Yo propongo que en esta facultad se imparta la clase llamada “Sanando el Ego”, sería de gran utilidad.
Cuando eres docente y no logras transmitir el conocimiento, empoderar a tus alumnos para ser mejores y que te admiren, si no logras ese objetivo, como maestro estás en el lugar equivocado. No dudo del talento de Elvira N, pero neta, el ego está muy elevado. Y si no, hagan la prueba, salgan a la calle y pregunten: ¿Quién es Elvira?
Los estudiantes lo único que piden es que el rector los escuche, porque el director de la facultad de artes está muy temeroso, pues circula una leyenda urbana que dice que Elvira N está bien parada en la BUAP. ¿Será? O lo dice para cometer anomalías sin que nadie se meta con ella.
¡Pueden irse en paz, esta columna ha terminado!
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