A pesar de las dilaciones, de las argucias legaloides que realizó su equipo de abogados para evadir a la justicia, el político caído en desgracia, por fin, enfrentará una pena que, a espera de ser confirmada, rondaría los 20 años de prisión, según ha solicitado la familia Monzón. Sin embargo, como en la Viña del Señor, hay de todo: críticos y apoyadores del priista. Los hay aún en los medios, pues es sospechoso que algunas plumas, las cuales con total descaro y sin pudor, comenzaron a escribir textos (algunos desde la fecha de su detención) con la intención de lavarle la cara, sin ningún éxito, al que también es señalado como el feminicida de su expareja. La justicia, finalmente es cosa de los jueces, pero no está de más, observar los contextos en donde muchos quedan exhibidos, por defenderlo; tal parece que añoran un pasado que no regresará. No obstante, esta historia aún no termina. Paralelamente, se lleva a cabo el juicio por el delito de feminicidio en agravio de la abogada y madre de su hijo, el cual –por supuesto- buscan a como dé lugar, los defensores (es su chamba), evitar para que su jefe y cliente no vea el final de sus días en una celda. Es lo que esas plumas a modo quisieron defender: lo indefendible. Ahora, ¿con qué cara verán a sus audiencias? Con la del cinismo.
Es cuanto.
Ay, Alemania, no entienden
El canciller germano, Friedrich Merz, junto con sus homólogos de Reino Unido y Estados Unidos, levantaron las restricciones al alcance de las armas entregadas a Ucrania, lo que permite a Kiev atacar el interior de Rusia. Esto es un paso peligroso en el conflicto ruso-ucraniano, ya que les da pauta a lanzar misiles de mayor alcance, o hasta podrían ser disparados desde alguna de las bases en territorio alemán, o en las de países aliados, como Polonia. Mientras Kiev mantiene una ofensiva con drones kamikaze (ya no tiene casi milicia humana, digámoslo así) a zonas civiles, Moscú ejerce una fuerte presión sobre las pocas bases militares que quedan y se defiende (con poco, hay que decirlo) de los mini ataques. Mientras tanto, el presidente Volodímir Zelenski quiere seguir guerreando al insinuar que realizaría ataques con armas de largo alcance a la profundidad de Rusia, hay personas de alto nivel en la milicia soviética que piden a Vladimir Putin un ataque directo con misiles balísticos Oreshnik contra Alemania, sobre todo para incapacitar la producción de misiles de crucero Taurus, que son los que suministra a Kiev. El coronel Igor Korotchenko, miembro del Consejo Público del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa, es una de las voces que ha hecho eco de esta petición, y que se ha divulgado por los medios estatales de la nación. ¿Estamos ante una escalada en el conflicto? ¿Se cumplirán las intenciones europeas de eliminar a Rusia no más porque les cae mal Putin? ¿Era la intención de Donald Trump, de poner a Europa a guerrear y ver en tiempo real, desde un McDonalds, cómo se agarran a trompadas? Son preguntas, que conste.
Es cuanto.