• 18 de Mayo del 2024

Alzheimer no es solo una enfermedad, es una infección

Descubrimiento científico revela que la causa de ese mal podría provenir de la boca: una bacteria que se relaciona de manera directa con la enfermedad

 

En los últimos años, un número creciente de estudios científicos han respaldado una hipótesis alarmante: la enfermedad de Alzheimer no es solo una enfermedad, es una infección. Si bien los mecanismos exactos de esta infección son algo que los investigadores aún están tratando de aislar, muchos artículos sostienen que la propagación del Alzheimer va más allá de lo que solíamos pensar.

En un artículo dirigido por Jan Potempa, autor principal y microbiólogo de la Universidad de Louisville, los investigadores informan sobre el descubrimiento de Porphyromonas gingivalis, el patógeno detrás de la periodontitis crónica (también conocida como enfermedad de las encías), en el cerebro de pacientes fallecidos de Alzheimer.

La hipótesis que se comenzó a discutir en 2010, está de nuevo en la actualidad con las últimas publicaciones sobre esta enfermedad. Se ha encontrado el patógeno que provoca la gingivitis en pacientes con Alzhéimer. En 96 por ciento de los casos, los pacientes tenían en su cerebro Porphyromonas gingivalis.

La bacteria se traslada al cerebro y excreta una enzima dañina que genera destrucción de neuronas; de ahí, la pérdida de memora y la degeneración característica del Alzhéimer.  Según estos estudios la gingipaina es la responsable del daño cerebral y sus posteriores secuelas. No es la causa única ni concluyente, pero los expertos están seguros que es un camino muy importante de investigación.

Se han hecho también experimentos con ratas de laboratorio. Se les introdujo el patógeno de la periodontitis crónica y los resultados fueron positivos. La infección oral alcanza al cerebro y produce beta amiloide, una bacteria que se relaciona de manera directa con Alzheimer.

Los científicos dicen que tienen una de las pistas más definitivas hasta ahora para un culpable bacteriano detrás del Alzheimer: la enfermedad de las encías.

“Los agentes infecciosos han estado implicados en el desarrollo y la progresión de la enfermedad de Alzheimer antes, pero las evidencias de la causalidad no han sido convincentes”, dice Dominy.

Ahora hay pruebas sólidas que conectan el patógeno intracelular gramnegativo, P. gingivalis y la enfermedad de Alzheimer. Además, el equipo identificó enzimas tóxicas llamadas gingipainas secretadas por las bacterias en los cerebros de los pacientes con Alzheimer, que se correlacionaban con dos marcadores separados de la enfermedad: la proteína Tau y la ubiquitina.

Pero aún más convincente, el equipo identificó estas gingipainas tóxicas en los cerebros de personas fallecidas que nunca fueron diagnosticadas con Alzheimer. Eso es importante, porque si bien P. gingivalis y la enfermedad se han relacionado antes, nunca se ha sabido si la enfermedad de las encías causa Alzheimer o si la demencia conduce a un cuidado bucal deficiente.