Este miércoles, el presidente Donald Trump confirmó un avance sin precedentes en el conflicto de Gaza: Israel y Hamas han firmado la primera fase de un acuerdo de paz, que contempla la liberación de todos los rehenes en un futuro cercano.
En un mensaje en Truth Social, Trump destacó: “Esto es un GRAN día para el mundo árabe y musulmán, Israel y Estados Unidos. Todas las partes recibirán un trato justo”. Aseguró además que Israel retirará sus tropas a una línea acordada como paso inicial hacia una paz estable.
Hamas valoró el pacto como resultado de “negociaciones serias y responsables” realizadas en Sharm el-Sheij, donde, junto con las facciones palestinas, debatieron una propuesta de 20 puntos presentada por Trump. El comunicado resaltó que este acuerdo busca poner fin a la guerra y la ocupación, garantizar ayuda humanitaria y llevar a cabo un intercambio de prisioneros.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó: “Con la ayuda de Dios, vamos a traer a todos los rehenes a casa”, mientras el presidente egipcio, Abdel Fatah El-Sisi, calificó los avances como “muy alentadores” y destacó el papel clave de los mediadores internacionales.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, anticipó que el acuerdo está cerca de concretarse, y señaló la importancia de garantizar la aplicación íntegra de los compromisos. Este jueves, se llevará a cabo una reunión en París con representantes de diversas naciones para definir la implementación.
La propuesta incluye la liberación de 1,950 prisioneros palestinos, un paso esencial según expertos en diplomacia internacional para cimentar la paz. Sin embargo, mientras avanzan las negociaciones, Israel mantiene operaciones militares en Gaza, donde la situación humanitaria sigue deteriorándose.
Familias desplazadas, como la de Alaa Abu Daraz, viven en condiciones extremas: sin refugio, sin recursos y con incertidumbre sobre su futuro. Esta realidad subraya la urgencia de un acuerdo duradero que ponga fin al conflicto.
Este avance ocurre en un contexto simbólico: el segundo aniversario de los atentados del 7 de octubre de 2023, un punto de inflexión que marca la búsqueda de un nuevo capítulo en Oriente Medio.