El exprocurador general de la República, Jesús Murillo Karam, quien permanece en el Reclusorio Norte acusado de tres delitos en torno al caso Ayotzinapa, fue trasladado este jueves al Hospital Balbuena para una revisión médica.
De acuerdo con autoridades de la Ciudad de México, el ex funcionario priista ingresó a dicho hospital para una tomografía de tórax, con el fin de dar seguimiento a su estado de salud debido a un diagnóstico de EPOC.
El extitular de la PGR fue trasladado a bordo de una ambulancia de la Secretaría de Salud del Gobierno de la Ciudad de México, la cual iba escoltada por personal penitenciario, quien portaba el uniforme color beige de procesado, una gorra del mismo color y un chaleco antibalas color negro.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México precisó que se trasladó al ex procurador General de la República para que le hicieran una tomografía, pues padece una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). No obstante, regresó al Reclusorio Norte luego de los estudios.
Según la defensa del exfiscal, Murillo Karam padece hipertensión, enfermedad obstructiva crónica por tabaquismo y otros padecimientos, por lo que solicitó al juez de la causa que llevara su proceso en prisión domiciliaria, lo que fue negado por riesgo de fuga.
El ex titular de la Procuraduría General de la República (PGR) seguirá en prisión, luego de que lo vincularan a proceso por los presuntos delitos de tortura, desaparición forzada y contra la administración de justicia.
Murillo Karam permanecerá en el Reclusorio Norte, tentativamente, hasta noviembre. Ello luego de que el juez determinó un plazo de tres meses para que se llegue al término de la investigación.
El pasado 24 de agosto, el juez de control Marco Antonio Fuerte Tapia determinó la vinculación a proceso del exfuncionario priista por los delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de justicia, relacionados con el caso de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, hechos ocurridos en septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
El juez fijó 90 días para el cierre de la investigación complementaria y reiteró la medida cautelar de prisión preventiva que deberá cumplir en el Reclusorio Norte.