Atlixco, Pue. — La noche del miércoles, una tormenta torrencial sorprendió a los habitantes de Atlixco y transformó sus calles en auténticos ríos. En cuestión de minutos, al menos 12 colonias quedaron bajo el agua, con 70 viviendas dañadas y severas afectaciones materiales.
Colonias como Centro, Chapulapa y Valle Sur vivieron momentos críticos. El agua entró con fuerza, arrastrando todo a su paso: muebles, mercancías y hasta estructuras. Vecinos y comerciantes intentaron frenar el avance del agua, pero la magnitud del fenómeno los rebasó.
La zona de Cabrera, reconocida por su producción de flores, resultó particularmente vulnerable. Allí, decenas de viveristas vieron cómo la corriente arrastraba macetas, inundaba invernaderos y echaba a perder cultivos.
Las pérdidas económicas son todavía incalculables, pero visiblemente graves.
“Estamos removiendo piedras, adoquines y lodo arrastrado por los caudales”, afirmó la alcaldesa Ariadna Ayala, quien supervisó personalmente las acciones.
Desde las primeras horas del jueves, brigadas del Ayuntamiento desplegaron trabajos intensivos de limpieza y desazolve para habilitar nuevamente las vialidades.
Las autoridades locales exhortaron a la población a mantenerse en alerta, ya que el pronóstico del clima anticipa más lluvias durante las próximas 48 horas.
Además, pidieron reportar cualquier situación de riesgo al sistema de emergencias para atenderla de inmediato.
Esta contingencia deja al descubierto la fragilidad de las zonas urbanas y agrícolas frente al clima extremo. Y aunque el agua se ha retirado, el impacto aún se siente en cada rincón de Atlixco.
