Fernando Valenzuela Anguamea, uno de los mejores beisbolistas de México, falleció a los 63 años. El deceso ocurrió en un hospital de esta ciudad, donde estuvo hospitalizado desde finales de septiembre. El legendario lanzador dejó una huella imborrable en el béisbol de Grandes Ligas y en la historia deportiva de su país.
Nacido el 1 de noviembre de 1960 en Etchohuaquila, Navojoa, Sonora, Valenzuela fue el más pequeño de once hermanos. Su talento en el béisbol lo llevó a destacar desde muy joven, convirtiéndose en una estrella indiscutible en las Grandes Ligas y un referente internacional del deporte mexicano.
A lo largo de su vida, Valenzuela estuvo casado con Linda Burgos, con quien tuvo cuatro hijos: Fernando, Linda, Ricardo y María Fernanda.
Su carrera profesional en el béisbol comenzó en la Liga Invernal del Noroeste con los Cafeteros de Tepic, y en 1979 firmó con los Ángeles de Puebla de la Liga Mexicana de Béisbol. Poco después, fue cedido a los Leones de Yucatán. Sin embargo, fue su llegada a los Dodgers de Los Ángeles el 6 de julio de 1979 lo que cambiaría su vida y el panorama del béisbol.
Valenzuela debutó en MLB al año siguiente, y en poco tiempo desató la famosa "Fernandomanía". Este fenómeno lo catapultó a la fama, pasando de ser un jugador relativamente desconocido a una de las principales estrellas de la Major League Baseball (MLB). En su primera temporada completa, en 1981, Valenzuela logró una de las mejores actuaciones para un novato, siendo galardonado con el premio Novato del Año y el Cy Young de la Liga Nacional.
En esa temporada histórica, logró una marca de 13-7 con una efectividad de 2.48. Además, lideró las ligas en varios departamentos: más aperturas (25), más juegos completos (11), más blanqueadas (8), más entradas lanzadas (192.1) y más ponches (180). Ese mismo año, Valenzuela fue pieza clave para que los Dodgers ganaran la Serie Mundial con tan solo 20 años de edad, consolidándose como una figura emblemática del equipo.
Durante su estadía con los Dodgers, equipo con el que jugó 11 temporadas, el lanzador mexicano dejó un récord de 141 victorias y 116 derrotas, con un promedio de carreras limpias de 3.31. Además, fue convocado a seis Juegos de Estrellas consecutivos entre 1981 y 1986, y obtuvo dos Bates de Plata como mejor bateador entre los lanzadores de la Liga Nacional, en 1981 y 1983.
La carrera de Valenzuela en Grandes Ligas no solo estuvo marcada por su tiempo con los Dodgers. También jugó con otros equipos como los California Angels, Baltimore Orioles, Philadelphia Phillies, San Diego Padres y los St. Louis Cardinals, demostrando su versatilidad y talento en cada una de las organizaciones a las que perteneció. Al mismo tiempo, alternó temporadas entre el béisbol mexicano y las ligas mayores, mostrando siempre un profundo compromiso con sus raíces.
Además de sus logros en el montículo, Fernando Valenzuela dejó una marca imborrable en el deporte mexicano. Fue un pionero que abrió puertas para futuras generaciones de peloteros de su país en las ligas más competitivas del mundo.
En sus 17 temporadas en Grandes Ligas, Valenzuela fue conocido no solo por su dominio como lanzador, sino también por su capacidad ofensiva, una cualidad rara entre los pitchers. Su estilo de lanzar, con una mirada característica al cielo antes de cada lanzamiento, y su control sobre la pelota lo convirtieron en un jugador único.
El legado de Fernando Valenzuela sigue vivo no solo en los recuerdos de aquellos que lo vieron jugar, sino también en las generaciones de jóvenes peloteros que lo consideran un modelo a seguir.