La venta en Sotheby’s también superó la marca previa de la propia Kahlo para una pieza de un creador latinoamericano. Su pintura de 1949, Diego y yo, donde aparece junto a su esposo, el muralista Diego Rivera, alcanzó 34.9 millones de dólares en 2021.
La obra subastada muestra a Kahlo dormida en una cama de madera colonial que flota entre nubes. Está cubierta por una manta dorada y rodeada de vides y hojas trepadoras. Sobre la cama se encuentra una figura esquelética envuelta en dinamita, similar a los tradicionales Judas de papel maché de México.
Este autorretrato es una de las pocas piezas de Kahlo que permanecen en manos privadas fuera del país, donde su producción artística ha sido declarada monumento nacional. Por ello, los trabajos que forman parte de colecciones públicas y privadas no pueden venderse al extranjero ni ser destruidas.
La pintura procede de una colección privada cuyo dueño no ha sido identificado y cumple con los requisitos legales para su comercialización internacional. Algunos especialistas han analizado la transacción desde una perspectiva cultural, mientras que otros temen que la obra —vista por última vez en público a finales de los años noventa— pueda volver a ocultarse tras la venta.
El cuadro encabezó una subasta que reunió más de cien piezas surrealistas de artistas como Salvador Dalí, René Magritte, Max Ernst y Dorothea Tanning. En su nota de catálogo, Sotheby’s señaló que la obra “ofrece una meditación espectral sobre la porosa frontera entre el sueño y la muerte”.















