La lógica binaria de la Cuatro Té (buenos-malos, progres-reaccionarios). Nos divide en “Nosotros” y “Ustedes”. Unos dotados con características de bondad y superioridad moral y otros con la maldad. Es la negación de la pluralidad y diversidad que es distintiva de las sociedades modernas.
#XimenaPichel, la conductora que agredió con insultos racistas a un policía en Ciudad de México. Fue agredida por un colectivo “feminista” al salir de su audiencia ante un juez de control de la Ciudad de México. Esto ocurrió en una de las salas de juicios orales de la calle Doctor Lavista. En la colonia Doctores, el pasado 25 de julio.
El sábado 26 de julio se realizó la tercera marcha contra la #gentrificación en la Ciudad de México. Las demandas son: hacer un llamado al gobierno de la Ciudad de México para la creación de proyectos de vivienda asequible, regulación de la especulación inmobiliaria y a plataformas digitales que ofrecen departamentos a turistas con mayor capacidad adquisitiva.
Mientras esto sucede, el sábado 26 de julio, el Gobierno de la Ciudad de México y el Gobierno Federal celebran los #700 años de la fundación de Tenochtitlán.
En México, desde hace mucho, nos habituamos a coexistir entre personas desconocidas y diversas. Cada día, nuestros vecinos se convierten en más forasteros, que han llegado a llenarnos de alegría o tristeza. Por lo tanto, la diversidad es nuestra realidad. Debemos acostumbrarnos; si no, viviremos amargados y en posición defensiva. La opción de una sociedad única, unificada, sin imperfecciones no es factible. Esto es maravilloso.
México es muchos Méxicos; esto es desde antes de la llegada de los españoles. Cada uno de los pueblos originarios de este país tiene historias, en su mayoría inconexas, de su desarrollo. Los yaquis de Sonora nada tienen en común con los tlaxcaltecas, mucho menos con los mexicas. Quizás el elemento unificador de los pueblos originarios sea el que sugiere Jacques Lafaye: “La lucha de los criollos contra la supremacía de los gachupines ha sido la forma inicial de la xenofobia mexicana y se remonta a la primera generación de criollos.”
La jefa de Gobierno festejó los 700 años de la fundación de Tenochtitlan. El presidente Andrés Manuel López Obrador ya lo había celebrado el 13 de mayo de 2021. ¿Quién de los dos está equivocado? Paco Ignacio Taibo, director del Fondo de Cultura Económica, responde: “No me preocupa si fue en 1321 o 1325”. "En historia, todo es controvertido, discutible y analizable”, lo que significa el desprecio por el rigor académico y muestra el rostro real de dicho evento. Una declaración política.
Es emotivo que la Cuatro Té sostenga un discurso de respeto, admiración y reivindicación hacia las comunidades indígenas. Lo desolador es que los hechos son falsos.
De acuerdo con información del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 4 de cada 10 niños de origen indígena no acuden a la escuela; el 60% de los que acuden no obtienen recursos en su idioma nativo. Ocho de cada diez personas que hablan lengua indígena están en situación de pobreza (76.8%), el 80.9% no cuenta con seguridad social y el 67.4% no tiene servicios básicos de la vivienda.
La cuestión que planteamos es: ¿posee iguales derechos un mexicano blanco de Ciudad de México que un indígena? Obviamente, sí. Pero en los hechos y no en el discurso, no es así.
Una mujer racista fue golpeada en el lugar que debería recibir justicia, ni un detenido por la agresión. Los comerciantes deben cubrir sus establecimientos porque saben que los destrozos que cause la manifestación contra la #gentrificación no tendrá detenidos ni responsables.
Los gobiernos tienen la obligación de tratar con la misma severidad a la racista y a sus agresores, al comerciante que se apropia de la vía pública y al que aniquila la propiedad privada. Especialmente, debe dejar de lado la batalla por tomar control del discurso y transformar la realidad. No requerimos de acontecimientos que realcen a comunidades ficticias en las que se invierte el recurso esencial para el progreso de las comunidades reales.
En lugar de luchar por quién tiene derecho a residir en un vecindario, debemos luchar por la creación de más zonas donde se pueda vivir de manera adecuada. El derecho a la ciudad no puede entenderse como si las colonias fueran la propiedad privada de quienes llegaron primero.
@delgadillomejia