Nos referimos a Ricardo Salinas Pliego, el dueño del Grupo Salinas. Y para rematar: un misógino consumado. Tirarse al piso y reclamarle a la presidenta (con A), Claudia Sheinbaum Pardo, que tiene un comportamiento tiránico, es lamentable. La carta que publicó en redes sociales lo retrata de cuerpo entero, porque no habla de la mandataria, sino de él mismo. Afirma, entre otras cosas, que ha enfrentado ataques sistemáticos de la administración federal, pero eso sí, no dice nada de las mentiras que vierte, a través de sus empleados, mediante TV Azteca. No sólo eso, llora que lo califiquen de “oligarca”, pero no se da cuenta que le queda al dedillo el adjetivo: “un oligarca forma parte de (…) un grupo reducido de personas que tienen poder e influencia en un determinado sector social, económico o político. En esencia, un oligarca es miembro de una élite que ejerce el control sobre una sociedad o un ámbito específico”. Así lo dice la Wikipedia, con información de la Real Academia de la Lengua. “¿Por qué permite que se me llame ‘oligarca’, ‘delincuente’, ‘evasor’, ‘corrupto’, etc, sin pruebas?, mientras les exige desesperadamente evidencia a quienes acusan al gobierno anterior y al suyo de complicidad con el crimen organizado”, cuestiona. No cabe duda, repite la narrativa de la derecha, de vincular a la 4T con el narco. ¿Evasor? Y cómo se le diría a quien no paga impuestos: e-va-sor. Punto. ¿Corrupto? Pues cómo no, si usó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, todavía comandada por una empleada suya, Norma Piña, para aplicarle al SAT la conocida en el argot populachero-político como la “aburridora”, y a ver si se le olvidaba cobrarle 74 mil millones de pesos. Sin embargo, fiel a su estilo mafioso, le mandó unas amenazas veladas a la presidenta: “1. Deje de perseguir a ciudadanos que trabajamos, pagamos impuestos (sic) y generamos empleos. 2. Enfóquese en resolver los verdaderos problemas del país, no en campañas de odio. 3. Solidarícese con las familias de las víctimas y actúe contra la violencia. No se trata de mí. Se trata de las libertades de todos”. A ver, un personaje de este nivel no piensa en los demás, sólo piensa en hacer más dinero a costillas de los demás. ¿Qué hace Elektra, por ejemplo? Usura, al cobrar intereses exponenciales a quienes no pueden comprar muebles de contado. Ahí sí no dice nada: “el que las hace no las consiente”, dice el popular refrán. Cuando dice que hay un “desmantelamiento institucional y una economía debilitada por el derroche”, no tiene la calidad moral para criticar a la presidenta, pues él es un derrochador de primera, y no sólo eso, tiene muuuuchos procesos laborales que no han sido atendidos –sí, adivinó-, ya que duermen en el cajón de un juzgado que recibió jugosos cheques de Salinas para hacerse el occiso. ¡Ah!, también tiene adeudos millonarios a proveedores de sus empresas, por lo menos desde hace 10 años. Y para rematar, tenedores de deuda en Estados Unidos han denunciado a Grupo Salinas por un adeudo de, por lo menos, 400 millones de dólares en bonos, y aunque trató de reestructurar, no logró y ahora se ha hecho pato. En vez de ser un empresario que genere empleo, riqueza (no es malo tener dinero, ojo, sino qué se hace con él y cómo se obtiene), a todos nos beneficia. Pero hacerlo sin pagar impuestos, cobrando cantidades exorbitantes a personas vía sus empresas, o queriendo engañar a los que tienen internet de Totalplay, no se vale. En mi pueblo les dicen de una forma sutil: “chillones”.

Es cuanto.

Por esta y otras publicaciones misóginas y vulgares de @RicardoBSalinas contra @DeniseDresserG, @sabinaberman y @vannessarr es que la presidenta @Claudiashein se solidarizó con ellas y adujo que el magnate quiere desviar la atención de su deuda de 74 mil millones de pesos: https://t.co/mSrQlmGVXt pic.twitter.com/P1eJvGNYlL

— Alvaro Delgado Gómez (@alvaro_delgado) July 9, 2025