• 18 de Diciembre del 2025

Patentes No Producidas: Propiedad Intelectual en Documentos Dormidos

Foto: Pixabay

La propiedad intelectual (PI) es un pilar del sistema económico moderno, y las patentes representan una de sus formas más potentes. Una patente otorga derechos exclusivos sobre una invención por hasta 20 años desde la fecha de solicitud, permitiendo al titular excluir a otros de fabricar, usar, vender o importar la invención sin permiso. Sin embargo, un aspecto fascinante y controvertido es que muchas patentes existen solo como documentos legales, sin que la invención se produzca jamás. Estos "papeles patentados" protegen ideas innovadoras en abstracto, generando debates sobre innovación, monopolios y abuso del sistema.

El Fundamento Legal de las Patentes No Practicadas

Para obtener una patente, no es necesario fabricar un prototipo o comercializar el producto. Basta con describir la invención de manera detallada y novedosa en el documento de solicitud, demostrando que es útil, no obvia y patentable (por ejemplo, no cubre leyes de la naturaleza). Organismos como la USPTO en EE.UU. o la OMPI a nivel internacional evalúan estas solicitudes, enfocándose en la novedad y no en la producción real. Una vez concedida, la patente se convierte en propiedad intangible que puede heredarse, venderse, licenciarse o usarse como garantía, similar a un bien físico.

Esto permite estrategias defensivas: empresas acumulan patentes para bloquear competidores sin intenciones de manufactura. Por ejemplo, en la era pre-R&D corporativa (siglo XIX), las patentes se licenciaban ampliamente sin producción propia, fomentando la innovación mediante intercambio de ideas. Hoy, solicitudes no publicadas (posibles en EE.UU. si no se busca protección internacional) mantienen secretos comerciales mientras protegen la PI.

Entidades No Practicantes (NPEs): Guardianes o Trolls

Las Entidades No Practicantes (NPEs), por sus siglas en inglés) son actores clave en este ecosistema. Son individuos, universidades o empresas que adquieren patentes sin desarrollar los inventos, monetizándolas mediante licencias o demandas por infracción. No fabrican productos, lo que las hace inmunes a contrademandas por infracción, dándoles ventaja en litigios.

Defensores argumentan que NPEs actúan como intermediarios financieros, protegiendo a pequeños inventores contra gigantes corporativos que infringen patentes impunemente. Universidades, por ejemplo, generan ingresos licenciando investigaciones sin comercializarlas, reinvirtiendo en más innovación. Históricamente, esto impulsó avances tecnológicos, como en la telefonía de Bell, donde se licenciaron más patentes externas que internas.

Críticas y Impactos Negativos

Sin embargo, críticos las llaman "patent trolls", acusándolas de explotar el sistema para extorsionar. Estas entidades acumulan portafolios amplios y ambiguos, demandando a empresas por supuestas infracciones, elevando costos de innovación. En EE.UU., donde no rige la regla "perdedor paga", los litigios proliferan, costando miles de millones anualmente y desincentivando startups. Europa, con costos para el perdedor, ve menos abusos.

Estudios muestran que NPEs ganan solo el 9-20% de demandas, pero el mero amenaza genera acuerdos extrajudiciales, distorsionando el mercado. Esto crea "monopolios vacíos" que bloquean competencia real sin aportar valor productivo, contrariando el propósito original de las patentes: fomentar divulgación pública para progreso colectivo. 

Ejemplos y Reformas

Casos notorios incluyen NTP vs. Research In Motion (BlackBerry), donde una NPE ganó $612 millones en 2006 por patentes no producidas sobre email inalámbrico. O Universidades como la de Wisconsin, que licencian miles de patentes sin manufactura. Reformas como la Ley Leahy-Smith America Invents Act (2011) introdujeron revisiones post-otorgamiento para invalidar patentes débiles, reduciendo abusos.

En Filipinas y otros países en desarrollo, leyes exigen "trabajo" de la patente (producción o licencia razonable) para evitar revocación, equilibrando PI con acceso público.

Conclusión

Las patentes no producidas ilustran la dualidad de la PI: protegen ideas innovadoras, permitiendo monetización flexible, pero pueden generar barreras artificiales si se abusan. En un mundo digital acelerado, equilibrar derechos de titulares con innovación abierta es crucial. Mantener patentes requiere cuotas anuales, incentivando uso activo. Futuras reformas podrían exigir evidencia de práctica para renovaciones, promoviendo un sistema más justo.

(Caracteres: 2987, incluyendo espacios. Fuentes consultadas vía búsquedas web para precisión.)

Ing. Humberto Rdz Murrieta.

Consultor en Propiedad Industrial e Intelectual para LATAM// EEUU// UE

Humberto.rodriguezma@udlap.mx

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