• 05 de Septiembre del 2025

La infelicidad juvenil empieza a los 20 años

Foto: Especial

Aunque usted no lo crea, hay una nueva crisis de los años 20, donde la infelicidad ya es una crisis de salud mental de las nuevas generaciones. De acuerdo a la revista científica PLOS One, mostró que antes la crisis de la infelicidad iniciaba los 40 años pues empieza ahora en alto promedio a edades muy tempranas.

El estudio se hizo con las respuestas de más de 10 millones de adultos de Estados Unidos, hechas entre 1993 y 2024, con un análisis donde participaron 40 mil hogares del Reino Unido y con 2 millones de cuestionarios de la encuesta Global Minds, realizada en 44 países.

Efectivamente son muchos datos y países, pero hubo una conclusión unívoca: “La verdad es que nos sorprendió que los resultados fueran tan globales”, dijo David G. Blanchflower, Economista de la Universidad de Londres y autor principal del estudio.

Los autores concluyeron que la infelicidad a los 20 años fue debido a las consecuencias de la pandemia, a la crisis de la vivienda y sobre todo al uso masivo de teléfonos inteligentes, que explicaría la uniformidad de datos en contextos muy diversos.

“Lo que tienen en común un chico de Alemania y otro de Nueva York, es el acceso a Internet y a los teléfonos inteligentes”, indicó Blanchflower, pues en los países subdesarrollados vieron que quienes no tenían acceso a Internet no mostraron una salud mental tan deficiente.

Lo anterior no se debe al efecto de los móviles en sí, sino a la forma en la que depredan el tiempo libre, rebanándolo hasta hacerlo desaparecer; los móviles han desplazado las actividades beneficiosas; los niños ya no juegan, no hablan, pasan mucho tiempo en internet que aleja a las personas de actividades útiles.

El estudio fue importante por la gran cantidad de datos en los que se basó, porque puso el malestar de las nuevas generaciones en un contexto más amplio al comparar la satisfacción auto percibida de sus mayores. Sus conclusiones son demoledoras, pero no sorprendentes.

Algo se empezó a cambiar a partir de 2010 y existe mucha literatura científica que lo informó. Las tasas de depresión y ansiedad entre adolescentes se dispararon un 50 %. Las de suicidio lo hicieron en un 32 %. Los miembros de la generación Z, nacidos a partir de 1996, empezaron a padecer ansiedad, depresión y otros trastornos mentales, alcanzando niveles más altos que cualquier otra generación en la historia.

Las conclusiones son desalentadoras:

1.- No saben cómo evolucionará la situación.
2.- Cada año se suma una nueva generación de 12 años y el resto envejece un año, pero nada cambia, el grupo nacido desde el año 2000 parece tener mala salud mental.
3.- Las hospitalizaciones entre jóvenes por depresión siguen en aumento, los suicidios, el consumo de antidepresivos.

De acuerdo al diario español El País, esta tendencia global exige atención urgente de gobiernos, investigadores y sociedad civil para revertir el declive en el bienestar juvenil.

Blanchflower sugirió restringir el acceso al teléfono como una posibilidad, pero sobre todo ofrecer alternativas, volver a migrar la vida social, pero en sentido inverso, de la pantalla a la calle; fomentar el juego, los encuentros sociales y el tiempo al aire libre.

En síntesis, animar a los niños a que se comporten como tales.

leticia_montagner@hotmail.com