Hace dos años el 29 de Octubre, se promovió internacionalmente el “Día de los Cuidados y el Apoyo” por la Organización de las Naciones Unidas, para tomar consciencia en la sociedad del valor que tienen estas actividades cotidianas en el sustento de la vida. Y es que, para sobrevivir en este mundo, desde el día que nacemos hasta el día que morimos requerimos de los cuidados.
En segundo, considero la existencia de una romanización de los cuidados en donde las mujeres han sido orilladas a cargar con esta responsabilidad, históricamente impuesta donde las han colocado en desventaja por los estereotipos y roles de género, reflejado en encuestas como el ENASIC 2022 que las mujeres constituyen el 75% de quienes cuidan en México.
Esto no es un simple número ya que el peso de estas actividades no solo son una cifra, sino que representan horas de trabajo no remunerado, desgastes en la salud, obstáculos en el desarrollo de las mujeres desfavorables para su autonomía, considerando así una de las principales condiciones por las que en México no hay avances sustantivos en la igualdad y se perpetúan las brechas de género acompañadas de violencias en contra de ellas.
Por lo tanto, el Derecho al Cuidado debe ser ratificado y profundizado para que la sociedad que cuide y se cuide, fomente un bienestar social y mejore las condiciones de desigualdad para niñas y mujeres quienes en su mayoría son quienes lo realizan. También el contar con tiempo y espacio para brindar, recibir o procurarse cuidados, disponiendo de recursos, condiciones y espacios apropiados que procuren el mayor bienestar físico, espiritual, mental y cultural de cada persona.
Así es como las voces de mujeres que luchan por lograr avances con compromisos a favor de los derechos de las mujeres, son un mecanismo de seguimiento que ponen al centro el Derecho al Cuidado, que actualmente permiten debatir a favor de políticas públicas que impulsan un Sistema Nacional de Cuidados para el ejercicio de su autonomía y el desarrollo sostenible de la región.
Por lo tanto, contribuyamos en el día a día a favor de los cuidados, implementando las 3 R´s desde lo individual y lo colectivo, que tienen el siguiente significado:
- Reconocer el derecho al cuidado visibilizando y valorando este trabajo, cuantificando su valor y sensibilizando la sociedad.
- Reducir la carga de cuidados, mediante la implementación de políticas o servicios de apoyo
- Redistribuir las tareas de cuidado, desde la CORRESPONSABILIDAD para equilibrar las responsabilidades del cuidado entre diferentes actores, como son el Estado, empresas, familias y sociedad en general.
Este día me recuerda la frase de Silvia Federici una de las feministas claves por su análisis crítico al capitalismo y el impacto en el trabajo reproductivo no remunerado, "eso que llaman amor es trabajo no pagado".
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