Este objeto celeste ha despertado gran interés en la comunidad científica, porque presenta características diferentes a otros cometas que comúnmente se han acercado a nuestro planeta.
Una de las más sobresalientes es que no tiene una trayectoria hiperbólica, atada a nuestro sol, por lo que se cree que proviene de fuera de nuestro sistema solar.
La NASA descartó que el cometa 3I/Atlas tenga un curso de colisión contra la Tierra o que su conformación apunte a un objeto "no natural", es decir, una estructura extraterrestre.
En tanto, confirmó que según las observaciones del Telescopio Espacial Hubble, su núcleo tendría un diámetro entre 440 metros y 5.6 kilómetros, pero el tamaño exacto no ha podido determinarse.
El plan de defensa planetaria de la NASA es parte de un sistema global de monitoreo que busca evaluar riesgos potenciales y mejorar la precisión de las mediciones de trayectorias de cometas.
Además pretende dotar a los gobiernos de información y posibles estrategias para seguir ante una emergencia de este tipo.
El cometa 3I/Atlas fue descubierto el pasado 1 de julio por la estación del Sistema Atlas ubicado en Chile y con una velocidad de 61 kilómetros por hora, aproximadamente, se espera que llegue a su punto más cercano al sol el próximo 30 de octubre.
Se prevé que será visible en México antes de dicha fecha, especialmente en condiciones de cielo despejado y poca contaminación lumínica, justo después del anochecer.
El cometa 3I/Atlas es uno de los tres que la NASA ha detectado en este tipo en toda su historia y usualmente estarían conformados por hielo, polvo y rocas.













