Desde hace unos días se ha dedicado a entregar sobres de 900 pesos cada uno a los militantes sindicales que nos les entrego obsequios del día del niño, la madre y del padre.
De pronto se acordó que no ha dado ningún apoyo y ahora se le ocurre en pleno proceso electoral.
Ya anduvo por Atlixco donde entregó aproximadamente 30 sobres amarillos y otros tantos en Tehuacán.
Todo esto justo cuando en la pasada edición revelamos que entre 500 y 700 mil pesos mensuales reciben tan solo de cuotas y no había informado en dos años en que se ha gastado, si ni apoyos ha entregado, hasta ahorita.
Los sindicalizados ahora hacen cuentas: 900×3100 = 2 millones 790 mil pesos si es parejo con toda la base.
Pero si son solo allegados, no salen las cuentas.
Por cierto, en el portal del sindicato en su sección de Directorio https://stspepyod.org/#directorio, está desactivada.
¿Porque será?
Tal vez sus gallos Emmanuel de Jesús Rodríguez González y Cecilia Marcos, no han renunciado a la mesa directiva, aunque ya son aspirantes a sucederlo.
Piensa mal y acertaras.
La carrera al ’27 en trote
La contienda por la alcaldía de Puebla avanza en trote, como una maratón larga.
Con la mirada puesta en 2027, en Morena todos saben que tres figuras ya se mueven y tantean terreno.
Encabeza los reflectores José Luis García Parra, jefe del gabinete del gobernador Alejandro Armenta, ubicado en encuestas recientes como el perfil más fuerte de Morena para la elección municipal, con 26% de preferencia.
Su cercanía con el gobierno estatal y su papel como coordinador del gabinete le dan ventaja en la interna.
En segundo plano, con paso firme, está Laura Artemisa García Chávez, secretaria estatal de Bienestar.
Desde que dejó la presidencia del Congreso intensificó su presencia pública: informes, giras, espectaculares, jingles y distribución de periódicos promocionales.
Aunque mantiene el “no lo descarto, no lo aseguro”, su actividad habla más que sus declaraciones.
También crece en los números.
No hay que perder de vista al actual alcalde, Pepe Chedraui, concentrado en atender el desastre heredado.
La posibilidad de buscar continuidad cumple una doble función: posicionarlo como contendiente y obligar a Morena a debatir qué perfil garantiza más votos.
La elección aún luce lejana, pero en redes, medios y círculos políticos la competencia ya se siente.
Cada acto público y cada señalamiento de gestión aparece como ficha adelantada.
La disputa interna se aprieta poco a poco.
Se dice que, quien sea el candidato o candidata, Morena ganará sin mayores sobresaltos.
En una capital que combina lo tradicional con urgencias modernas, la contienda de 2027 podría convertirse en una batalla de influencias y estrategias, donde convencer a la ciudadanía valdrá más que la camiseta partidista.
¿Y la oposición? Durmiendo la mona. Pero esa es otra historia.
Tiempo al tiempo.
















