MÉXICO.— Desde la madrugada del lunes 7 de julio, la autopista México-Puebla permanece bloqueada. La medida fue confirmada por la Asociación de Transportistas, en respuesta a una ola de asaltos violentos que, según denuncian, ha puesto en riesgo la vida de los operadores de carga.
Durante semanas, los transportistas advirtieron sobre la creciente inseguridad, pero aseguran que sus llamados fueron ignorados. Hoy, optaron por la acción directa: cerrar una de las arterias viales más importantes del país.
“El cierre de esta vía no es una decisión tomada a la ligera. Es una medida desesperada ante la falta de acción por parte de las corporaciones policiales”, puntualiza el comunicado oficial.
El paro general afecta tanto al tránsito regular como al transporte comercial. Las autoridades no han emitido respuesta formal, mientras los usuarios enfrentan desvíos y caos vial. Se recomienda a empresas logísticas y automovilistas considerar rutas alternas para evitar contratiempos.
La Asociación de Transportistas también convocó a otras rutas claves, como la 104, 98, 36, SAC#rafles y Santa Marías, para sumarse a esta protesta nacional.
“Nuestra demanda es clara: más seguridad y vigilancia efectiva. Necesitamos condiciones mínimas para trabajar sin miedo”, insisten.
La convocatoria es un llamado urgente a la unidad del gremio, para exigir condiciones seguras en medio de un contexto que califican de insostenible.