Este lunes 16 de junio, el Gobierno estatal anunció que el Museo Internacional del Barroco será, por fin, propiedad del pueblo.
José Luis García Parra, coordinador del Gabinete, explicó que desde 2016 —cuando se firmó el contrato bajo el esquema APP impulsado por el exgobernador Rafael Moreno Valle— se habían desembolsado 3 mil 974 millones de pesos. El compromiso total alcanzaba hasta 2039, con una deuda pendiente de 10 mil millones.
Gracias a una decisión firme de Alejandro Armenta, gobernador de Puebla, se logró la terminación anticipada del contrato, con un pago final de 2 mil millones de pesos a la empresa concesionaria. El resultado: un museo que ya no estará atado a intereses privados.
“El museo ya es de las y los poblanos”, expresó García Parra con orgullo. No fue solo un ajuste financiero, sino un rescate simbólico del patrimonio estatal. A partir de ahora, el inmueble se convierte en un espacio público para la cultura, el aprendizaje y el turismo.
Con esta acción, el Gobierno de Puebla rompe con una deuda heredada y transforma un símbolo en propiedad colectiva. Un paso firme, sin nostalgia ni revancha, pero con la certeza de que la cultura sí importa.
