Un grupo de más de 100 migrantes, entre ellos mujeres y niños, fueron atacados con balas de goma y bolas de gas pimienta por agentes de la patrulla fronteriza y la Guardia Nacional de Texas. El hecho ocurrió en la frontera entre México y Estados Unidos, tras la conmemoración del Día Internacional del Migrante.
Según los reportes, un rumor relacionado con la apertura de la frontera peatonal estadounidense llevó a un grupo numeroso de migrantes hacia las orillas del Río Bravo. Se les hizo creer que podrían ingresar a Estados Unidos para solicitar asilo. Sin embargo, al llegar a las vallas fronterizas, estas permanecían cerradas y fuertemente custodiadas por las autoridades estadounidenses.
Ante la imposibilidad de cruzar legalmente, algunos migrantes decidieron atravesar el Río Bravo, con la esperanza de dialogar con los agentes y explicar las razones de su presencia. La respuesta fue violenta: los oficiales dispararon balas de goma y bolas de gas pimienta contra el grupo, buscando que regresaran al lado mexicano.
Entre los heridos se encuentra un hombre que perdió el conocimiento tras recibir el impacto de una bala de goma en la cabeza y una niña que sufrió lesiones en el rostro debido a una bola de gas pimienta. Las víctimas también reportaron dificultades respiratorias y dolor severo debido al contacto con el gas.
A pesar de las súplicas de los migrantes, los agentes les ordenaron regresar a México, reiterando que no serían recibidos en Estados Unidos. El ataque incrementó las tensiones en la frontera y generó indignación entre grupos de derechos humanos que exigen explicaciones y soluciones ante estos hechos.
Este incidente ocurrió el Día Internacional del Migrante, una fecha que busca visibilizar la situación de quienes se ven obligados a dejar sus países de origen. Organismos internacionales han hecho un llamado para evitar el uso de la fuerza contra personas en situación de vulnerabilidad.