La oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS, por sus siglas en inglés) informó que a partir del próximo viernes 2 de octubre, trámites como naturalización, residencia permanente o solicitud de asilo tendrán un aumento exponencial.
El cambio de tarifas que se había anunciando el USCIS desde noviembre de 2019, fue confirmado en su página web el pasado 31 de julio; explicó que su objetivo es mantener financiado el sistema migratorio.
El precio de la ciudadanía por naturalización (N.400) aumentará de 640 dólares a mil 170 dólares (incremento de 81 por ciento), la suspensión de la deportación (I-881) subirá de 285 dólares a mil 52 dólares (535 por cientos) y el asilo -que desde 1980, ha sido gratuito para los solicitantes- empezará a costar 50 dólares.
El abogado de inmigración Jaime Barrón dijo a Univision que el “fuerte impacto del alza” será “devastador por ejemplo, para quienes quieran convertirse en ciudadanos estadounidenses“, pero recordó que otros servicios mantendrían sus precios actuales o tendrán un aumento menor.
Los ajustes también afectan a muchas excepciones de tarifas, según denuncia la Red de Ayuda Legal CLINIC de la Iglesia Católica.
“La administración Trump está intensificando sus ataques contra los inmigrantes con cambios que van en contra de los valores estadounidenses y dañarán a las poblaciones vulnerables de bajos ingresos”, critica Anna Gallagher, directora ejecutiva de CLINIC.
La modificación de los precios “tendrá consecuencias destructivas para hombres, mujeres y niños que buscan asilo y para los inmigrantes en el camino hacia la ciudadanía. Nos preocupa profundamente que la administración continúe limitando el acceso al sueño americano”, agrega.