• 28 de Abril del 2024

Concha Michel, una jalisciense para la posteridad

  

 

Aldo Fulcanelli

En 1899, nació en Villa Purificación (Jalisco), Concha Michel, cantora, escritora, activista y divulgadora, proveniente de una de las familias de mayor arraigo y tradición de occidente.

Su vida se desarrolló en sentido contrario al de su propia formación (los colegios católicos y el conservadurismo), Concha rompió con el mundo determinado por la autoridad masculina, viajando a la ciudad de México, donde mantuvo relación con la vanguardia intelectual del país.

Concha Michel, se encaminó como una trovadora que en las canciones que interpretó, mostró el ansia por la justicia social en México, pero también, una mujer profundamente interesada en las tradiciones de los pueblos indígenas de nuestro país, una folklorista.

En los años del renacimiento cultural de México, en pleno Nacionalismo Revolucionario, Concha, fue invitada por José Vasconcelos a incorporarse a las llamadas "Misiones culturales". Viajó ataviada con vestidos regionales por las regiones más alejadas del país, rescatando la música de los pueblos; para el contento de los pobladores de las rancherías y caseríos.

En sus canciones abordó las inconsecuencias de la violencia patriarcal, que incluso, sostenía: "afectaba a los propios hombres", pues era un sistema de ideas retardatarias, que imposibilitaba a los varones el ser solidarios.

En el ámbito teatral, fue autora de las obras: "Organismo", "Doña reacción", y "De nuestra vida", donde reflexionó acerca del papel histórico de la mujer en el contexto rural, la miseria transgeneracional y los obreros; lo hizo a través de metáforas y simbolismos de alto valor filosófico.

También, compuso las canciones: "Corrido histórico de Demetrio Jauregui", y "La güera Chabela", que hoy son objeto de sendos ensayos académicos. Concha Michel, utilizó el canto y el folklore, para preservar una de sus ideas centrales: que luego de todas las guerras intestinas que México sufrió, había que abortar las armas y educar al pueblo; un principio cultural muy Vasconceliano.

Exploró el teatro musical y también el ensayo, sus textos exhibieron la discriminación hacia la mujer en el propio Partido Comunista al que ella perteneció, y del cual fue expulsada por sus ideas contestarias.

En su música, el teatro y sus manifiestos, criticó fuertemente a la Iglesia, acuñó el término DUALIDAD, para explicar la necesidad de que mujeres y hombres tuvieran las mismas oportunidades, y en un contexto de equilibrio cultural dieran paso a la solidaridad.

En el contexto filosófico, Concha Michel habló de la MATRIA, un concepto que se oponía al de la patria tradicional, cuya heroicidad melodramática, parecía más bien un guion escrito sobre las rodillas de ese mismo patriarcado rancio. Así lo expresó en sus poesías:

 

"Hacia la pareja voy

pues de la pareja vengo;

mi Patria es el Universo;

mi Matria el amor eterno.

Jerarquía de jerarquías

es el origen supremo;

fuente de luz y energía

es el principio del tiempo".

 

En su manifiesto: Marxistas y "marxistas" (1934), criticó duramente al movimiento Comunista, del que refirió: "no contempló el problema de las mujeres que va más allá del aspecto económico y de clase propuesto por Marx y Engels".

En lo personal, tal y como lo refiere la periodista Beth Miller, que entrevistó a Concha Michel en 1974, ella no se consideró a si misma una feminista radical, más bien creía en el triunfo de las polaridades, y que desde la perspectiva de la pretendida "igualdad" comunista de hombres y mujeres, estas últimas habían sido incorporadas a la lucha y a las posiciones de partido; sin detenerse a mirar sus diferencias.

 

Profetas sin esencia ni destino

-Mirada corta y trunco pensamiento-

Que desconciertan a las juventudes

elaborando andamios ilusorios

y edificios tortuosos del saber,

distorsión de la clara geometría

del árbol, de la estrella, de la flor.

........

En el libro "En busca de la dualidad"(2015), la autora Olga Martha Peña, se refiere a Concha Michel como una librepensadora que hizo de la conciencia su principal arma de batalla, alguien que ayudó a educar a sus congéneres; para defenderse de la injusticia.

En su libro "Mujeres en las tormentas", Galo Mora Witt, coloca a Concha Michel a la altura de Marlene Dietrich, Lilian Hellman y Alexandra Kolontai, mujeres que desde el cine, la lucha social y las ideas, desafiaron todo lo establecido.

El autor refiere que la jalisciense, fue una valiente que narró la historia de México a través de los corridos: "una trovadora provenzal del siglo XIII viviendo en el XX".

En 1949, el pintor Ignacio Rosas retrató a Concha Michel, la representó ataviada con un vestido típico, la mano en la cintura, el rostro clavado al frente, guitarra al lado como un fusil con el que disparó a la ignorancia, para demostrar que la cultura no era cosa de las clases altas; sino un remedio eficaz contra la injusticia.

Al lado de mujeres trascendentes como la argentina Bertha Singerman, y la chilena Gabriela Mistral, Concha Michel, fue una de las grandes heroínas del progreso cultural de América Latina, desde las fronteras siempre abiertas de la expresión artística.

En la ciudad de México, Concha Michel mantuvo una relación profunda con Diego Rivera y Frida Kahlo, y según los entendidos, fue la propia Concha, quien presentó a la también jalisciense Lupe Marín con Diego, quien a la postre se convertiría en su esposo.

Cuando Concha Michel murió, en 1990, ya había escrito "6 obras para teatro" (1942), "Dos antagonismos fundamentales" (1938), "Cantos indígenas de México" (1951), "Dios nuestra señora" (1966). También, había llegado a la URSS y fundado el Instituto del folklor en Michoacán.

Fue la testigo de dos grandes revoluciones, la Mexicana, y la revolución cultural del Nacionalismo Revolucionario que siguió a esta. Para su gracia, cerró los ojos antes del indolente siglo XXI, hoy más que nunca, sus obra y sus hondas reflexiones se agigantan ante la gloria de los tiempos idos.