El hedor del pasado, la cola que trae arrastrando es larga. Tiene muchos pendientes. Cómo no recordar aquella vez que, como secretario de Seguridad Pública del gobierno morenovallista, reprimió a normalistas de Teteles, el ataque con balas de goma a campesinos de Chignahuapan y contra habitantes de Francisco Z. Mena. También encabezó el operativo en San Salvador Atenco, Estado de México, cuando gobernaba la entidad Enrique Peña Nieto, y el poblano era comisionado de la extinta Policía Federal Preventiva. Uno más: dirigió la represión contra los integrantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), entre 2006 y 2007. Otro: cuando Peña Nieto fue presidente, lo nombró titular del INM, donde fue acusado de violar los derechos humanos de migrantes centroamericanos. Sergio Salomón lo sumó a su administración como subsecretario de Desarrollo Político. Pero el entonces presidente, Andrés Manuel López Obrador, recordó al exmandatario sus vínculos con Genaro García Luna, por lo que le tuvo que enseñar la salida. Apenas, en noviembre de 2024, reapareció en el Congreso del Estado, por lo que diversas ONG’s exigieron que rinda cuentas por ser un contumaz violador de derechos humanos. No sólo eso, pues su hija, Guadalupe Vargas, es diputada local del Partido Verde. Ese es el personaje al que la presidenta Sheinbaum hizo referencia en su “Mañanera del Pueblo”. Te lo digo Juan para que lo escuches Salomón.
Es cuanto.
