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Álvaro Ramírez Velasco
La tentación de utilizar rostros harto conocidos, sin importar si tienen o no proyectos políticos o sociales, para buscar ganar elecciones es universal. No sólo ocurre en México y en nuestro país está presente en todos los partidos y en todas las entidades.
La magistratura que Fredy Erazo Juárez obtuvo con fórceps, reclamaciones y muchas dudas sobre su legalidad, para formar parte del Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP), está en vías de ser revocada, de acuerdo con fuentes que conocieron el proyecto que será votado en los próximos días en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
A dos años de la muerte del ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas y su esposa Martha Erika Alonso Hidalgo, hay que diferenciar, para el análisis, la tragedia humana que representa su ausencia para sus familiares y sus amigos verdaderos, de la aciaga herencia de deuda, abusos y corrupción que dejó ese periodo que trajo a Puebla oscuridad y que es de sobra conocido como morenovallismo.
La pandemia ha puesto a la vista de todos, por si todavía hacía falta hacerlo, la vulnerabilidad brutal de los migrantes en el mundo y de nuestros paisanos en Estados Unidos.
Con la desbocada necedad de imponer a Fredy Erazo Juárez, el litigante de barandilla de sus temas personales, como magistrado del Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP), Alejandro Armenta Mier ha cometido el peor error de su carrera política, uno que puede enterrar todo el esfuerzo de décadas que venía realizando el hoy senador poblano.
No tienen en realidad un plan, ni la proyección de cómo esperan repartirse las migajas de las rebanadas de pastel que compartirán y, por supuesto, ni de lejos tienen una agenda parlamentaria conjunta, ni de gobierno ni ideológica. Es absurda, porque no tiene una sola coincidencia.
Nada hay más rentable electoralmente que el campo. El voto campesino es fiel, agradecido, nutrido y, lamentablemente, frágil ante los embaucadores, los simuladores.
La muerte esta semana de Juan de Dios Castro Lozano, político panista que fue cuatro veces diputado y una ocasión senador, además de que ocupó otros cargos, inevitablemente lleva a la nostalgia por los grandes parlamentarios que ha tenido México y que, de manera especial, con el presidencialismo absoluto de la Cuarta Transformación (4T), vienen desapareciendo.
Pareciera impecable el argumento de Andrés Manuel López Obrador para no expresar una felicitación, aunque fuera informal, al triunfo de Joe Biden como el presidente 46 de Estados Unidos: “vamos a esperar a que se resuelvan todos los asuntos legales; no queremos ser imprudentes, no queremos actuar a la ligera. Queremos ser respetuosos de la autodeterminación de los pueblos y respetuosos del derecho ajeno”.
Solemos decir que cuando algo ha cambado diametralmente, se ha dado un “giro de 360 grados”, lo que es un grave yerro, aunque muy común.
Alejandro Armenta, el tercer gobernador mejor evaluado del país, reporta Rubrum
Lunes, 30 Junio 2025 19:29