A principios de abril, la relación entre ambos líderes había llegado a un punto crítico, luego de que Trump y el secretario de Estado, Marco Rubio, amenazaran con abandonar las negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia. Esta postura, sumada a un reciente y devastador ataque aéreo ruso sobre Kiev, había incrementado la preocupación internacional sobre el rumbo de la guerra.
Sin embargo, el ambiente fue distinto este sábado. Sentados frente a frente, Trump y Zelenski sostuvieron una "muy productiva" conversación, según confirmó un portavoz de la Casa Blanca. Zelenski, por su parte, calificó el encuentro como una "buena reunión" y destacó que "hablaron mucho personalmente".
En redes sociales, el presidente ucraniano escribió: "Esperamos resultados en todo lo que abordamos", refiriéndose a la necesidad urgente de un "alto el fuego total e incondicional" y de una "paz confiable y duradera" que evite futuros conflictos.
La reunión, considerada por Zelenski como "muy simbólica", ocurre en un momento crucial. Tras la reciente escalada bélica y el vacío dejado por el fallecimiento del Papa Francisco, quien abogó incansablemente por la paz y el diálogo, el mundo observa con atención si este nuevo entendimiento entre Estados Unidos y Ucrania podrá traducirse en acciones concretas.
Más allá de su carácter emotivo, el encuentro en el Vaticano podría marcar un nuevo capítulo en los esfuerzos diplomáticos, revitalizando el objetivo de alcanzar el fin de la guerra y honrando, al mismo tiempo, el legado de reconciliación promovido por el Pontífice.