De acuerdo con el reportaje publicado por el diario The Marker, los empresarios Uri Emmanuel Ansbacher y Avishai Samuel Neriah habrían realizado el pago con el objetivo de asegurar la venta e implementación del sistema Pegasus a diversas instituciones mexicanas, como la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la extinta Procuraduría General de la República (PGR) y el desaparecido Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
Al respeto, el expresidente rechazó los señalamientos, a través de su cuenta en X (@EPN), pero sin dar mayores argumentos: "Lamento encontrarme con notas que, sin el mínimo rigor periodístico, hacen afirmaciones a la ligera y dolosamente. Totalmente falsa la nota sobre supuestas aportaciones. Es una insinuación carente de sustento alguno. Queda la duda, en interés de quienes, se hace tal publicación".
Según fuentes citadas por The Marker, "gran parte de los fondos mencionados en el proceso se destinaron a financiar gastos políticos, probablemente en la campaña que eligió a Peña Nieto como presidente en 2012".
La investigación señala que el primer contacto de Peña Nieto con este entramado habría sido Avishai Neriah, quien en ese momento ostentaba el cargo de Cónsul honorario de México en Haifa, posición que habría facilitado las negociaciones con las empresas israelíes involucradas.
El escándalo salió a la luz como resultado de una disputa legal entre los empresarios israelíes tras la disolución de su sociedad. Ansbacher interpuso una demanda contra Neriah para reclamar otros fondos que supuestamente le entregó a cambio de organizar encuentros con el expresidente mexicano, los cuales ya no se llevaron a cabo.
Según el reportaje del medio israelí el supuesto soborno de 25 mdd formaba parte de una serie de acuerdos que los socios de la empresa habrían firmado para repartirse las agencias con las que trabajarían. Entre los acuerdos más importantes figuraba la venta del software de espionaje.
Aunque en los documentos presentados durante el proceso legal no se menciona directamente el nombre de Peña Nieto, se hace referencia a él mediante términos como “el hombre mayor” o “el N”, pero dejando claro el contexto del vínculo y los tiempos en que ocurrieron las actividades de la empresa.
El reportaje también documenta que la relación empresarial con el Gobierno mexicano se debilitó con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder en 2018, lo cual marcó el fin de la sociedad entre los empresarios involucrados. Según The Marker, este cambio político trajo consigo una renovación casi total de funcionarios en dependencias clave, lo que dejó sin efecto los acuerdos establecidos durante el sexenio anterior.