Ciudad de México.— El Gobierno de Estados Unidos, a través de su embajada en México, confirmó que la administración de Claudia Sheinbaum por la entrega de 26 personas requeridas por la justicia norteamericana, acusadas de diversos delitos y presuntamente vinculadas a los cárteles de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de Sinaloa, así como a otras organizaciones criminales.
El embajador Ron Johnson destacó que este nuevo grupo se suma a los 29 delincuentes entregados en febrero de 2025, en una operación que incluyó al histórico capo Rafael Caro Quintero. En total, 55 personas han sido trasladadas este año para enfrentar procesos judiciales en cortes estadounidenses.
«Estamos profundamente agradecidos con la presidenta Sheinbaum y su administración por demostrar determinación frente al crimen organizado», dijo el embajador Johnson en el comunicado oficial publicado este martes.
Entre los nombres revelados por el Departamento de Justicia de EE. UU. figuran Abigael González Valencia, identificado como líder de Los Cuinis; Servando Gómez Martínez, alias La Tuta, exlíder de la Familia Michoacana; Juan Carlos Félix Gastelum, alias El Chavo Félix y yerno de Ismael “El Mayo” Zambada; y Pablo Edwin Huerta Nuno, alias Flaquito, señalado como jefe delincuencial en Tijuana. También fueron entregados Kevin Gil Acosta y Martín Zazueta Pérez, considerados piezas clave en el aparato de seguridad de Los Chapitos.
En la lista aparecen además Luis Raúl Castro Valenzuela, alias Chacho; Leobardo García Corrales, ambos vinculados al Cártel de Sinaloa; y Abdul Karim Conteh, relacionado con una red internacional de tráfico de personas.
La operación, descrita como una “extradición atípica”, fue ejecutada por fuerzas federales mexicanas bajo un estricto dispositivo de seguridad y en total discreción, similar al realizado en febrero. Aunque no siguió el procedimiento judicial habitual de extradición, permitió la entrega directa de los detenidos a autoridades estadounidenses.
La nueva entrega ocurre en un contexto de alta tensión diplomática entre México y Estados Unidos, apenas días después de que el presidente Donald Trump anunciara que ordenó al Ejército atacar a carteles extranjeros.
Según fuentes diplomáticas, Washington considera estas acciones como un gesto de cooperación estratégica en la lucha contra el crimen organizado transnacional, mientras que en México se interpreta como una señal de que el Gobierno federal mantiene abiertos los canales de coordinación en materia de seguridad, a pesar de los roces políticos recientes.