• 27 de Abril del 2025
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Atentado contra Trump reaviva la memoria de ataques a líderes políticos en EU y América Latina

El atentado en Pensilvania es el primero contra una figura política importante en Estados Unidos desde el ataque a Ronald Reagan en 1981

 

El atentado contra Donald Trump, expresidente y actual candidato republicano a la Casa Blanca, ha reavivado el recuerdo de otros ataques similares en la historia de Estados Unidos y América Latina.

Trump, quien resultó herido en la oreja derecha durante un mitin en Butler, Pensilvania, fue rápidamente retirado del escenario por el Servicio Secreto. Afortunadamente, su estado de salud no sufrió complicaciones mayores.

Este incidente subraya la constante amenaza que enfrentan los líderes políticos y nos recuerda algunos de los episodios más trágicos de la historia política.

Atentados Presidenciales en Estados Unidos

El intento de asesinato de Trump es el primero contra una figura política importante en Estados Unidos desde el ataque a Ronald Reagan en 1981.

El 30 de marzo de ese año, apenas 70 días después de asumir la presidencia, Reagan fue atacado por John Hinckley Jr. a la salida de una conferencia en el Washington Hilton Hotel. Hinckley, obsesionado con la actriz Jodie Foster, disparó seis veces, hiriendo a Reagan en la axila izquierda. Afortunadamente, el presidente se recuperó rápidamente de sus heridas.

Estados Unidos tiene una larga y trágica historia de atentados contra sus presidentes. El primer presidente asesinado fue Abraham Lincoln, el 14 de abril de 1865. Lincoln, el 16º presidente del país, fue disparado en la cabeza por John Wilkes Booth, un actor simpatizante confederado, mientras asistía a una representación teatral en Washington. Lincoln murió al día siguiente.

El segundo presidente en ser asesinado fue James A. Garfield, atacado el 2 de julio de 1881 por Charles Guiteau, un hombre con problemas mentales. Garfield, que había asumido la presidencia apenas seis meses antes, murió semanas después debido a las complicaciones de sus heridas.

El tercer presidente asesinado fue William McKinley, quien recibió un disparo el 6 de septiembre de 1901 mientras saludaba a la gente tras un discurso en Buffalo, Nueva York. El atacante, Leon Czolgosz, un anarquista que creía que McKinley era un enemigo de los trabajadores, disparó dos veces al presidente, quien murió ocho días después.

El asesinato más famoso y reciente de un presidente estadounidense fue el de John F. Kennedy el 22 de noviembre de 1963. Kennedy fue disparado por Lee Harvey Oswald mientras se encontraba en una limusina descapotable en Dallas, Texas. Este atentado conmocionó al mundo y llevó a la implementación de medidas de seguridad más estrictas para proteger a los presidentes, incluyendo la eliminación del uso de vehículos descubiertos y un aumento significativo en la escolta presidencial.

Además de estos magnicidios, otros presidentes y candidatos han sobrevivido a intentos de asesinato. Theodore Roosevelt fue herido el 14 de octubre de 1912 durante su campaña para un segundo mandato, pero la bala no alcanzó órganos vitales y sobrevivió. Gerald Ford sufrió dos intentos de asesinato en septiembre de 1975, ambos fallidos. George W. Bush también fue objetivo de un ataque fallido en 2005, cuando una granada de mano fue arrojada hacia él durante un mitin en Tiflis, Georgia, pero no explotó.

Uno de los casos más notorios es el de Robert F. Kennedy, quien fue asesinado el 5 de junio de 1968 en Los Ángeles. Kennedy, exfiscal general y hermano del presidente John F. Kennedy, fue atacado poco después de pronunciar su discurso de victoria en las primarias de California. El asesino, Sirhan Sirhan, disparó varias veces, impactando fatalmente a Kennedy.

Atentados Presidenciales en América Latina

América Latina no ha sido ajena a los atentados contra líderes políticos. Uno de los casos más recientes ocurrió en Ecuador el 9 de agosto de 2023, cuando el candidato presidencial Fernando Villavicencio fue asesinado a tiros mientras salía de un mitin en Quito.

Villavicencio, de 59 años, era una figura destacada en la lucha contra la corrupción y una voz crítica durante el gobierno del expresidente Rafael Correa. Su asesinato conmocionó al país, y recientemente, una corte ecuatoriana sentenció a entre 12 y 34 años de prisión a cinco acusados por el crimen.

En Brasil, el 6 de septiembre de 2018, el entonces candidato presidencial Jair Bolsonaro fue apuñalado en el abdomen durante un evento de campaña. Bolsonaro, que estaba siendo llevado en los hombros de un simpatizante, sobrevivió al ataque y más tarde ganó la presidencia, en un contexto de intensa polarización política en el país.

México ha sido escenario de uno de los asesinatos políticos más impactantes. El 23 de marzo de 1994, Luis Donaldo Colosio, candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue asesinado en Tijuana. Colosio, que había llegado al aeropuerto de la ciudad para un acto de campaña, fue atacado por Mario Aburto Murrieta, quien disparó a la cabeza y al abdomen del político. Este asesinato conmocionó a México y dejó una profunda huella en la política del país.

En Colombia, la violencia política alcanzó su punto álgido en la década de 1980 y principios de 1990, en gran parte debido al control de los cárteles de la droga. El 18 de agosto de 1989, Luis Carlos Galán Sarmiento, candidato presidencial del Nuevo Liberalismo, fue asesinado en un acto de campaña en Soacha, Cundinamarca. Galán, que se postulaba por tercera vez a la presidencia, fue abatido por sicarios vinculados a los cárteles de la droga liderados por Pablo Escobar. Tres de los cinco disparos que lo alcanzaron resultaron fatales.

El reciente atentado contra Donald Trump es un recordatorio de los riesgos constantes que enfrentan los políticos, aunque afortunadamente, el expresidente ha salido ileso y continúa con su campaña.