El senador espurio, como se le ha llamado por usurpar el lugar que le correspondía a las comunidades indígenas, anunció este lunes la renuncia a su militancia tricolor, en donde, por cierto, su primer padrino, como le decía él mismo, fue Javier N., hoy preso por feminicidio.
Néstor ha traicionado a todo mundo, incluso a los aliados de otros institutos políticos, con tal de conseguir sus intereses. Hoy se va del PRI, luego de dejarlo en ruinas. Lo cierto es que el otrora partidazo ya no es opción para nada, ni para alianzas, ni para los que quieren hacer negocio a costillas de un instituto que apesta a naftalina y donde ya suenan las pompas fúnebres.
Los números no lo favorecen, y con todo eso, aplica el clásico: “mejor aquí corrió que aquí murió”. Su legado es de 32 presidencias municipales en manos del tricolor (cuando en épocas recientes tenía muchas más), así como dos diputaciones (en antaño eran una aplanadora legislativa). El PRI arrastra una falta de credibilidad que Camarillo no supo, o no quiso, darle la vuelta. Sólo se dedicó a posar en fotos “pa’l Face”, criticar a mansalva y ver qué podía sacar de rédito político.
El hundimiento fue más notorio fue en 2024: en solitario, el PRI, en la elección para la gubernatura, obtuvo sólo 193 mil 622 votos. Lamentable. ¿Con qué cara visitará a partir de ahora los municipios? Reclamos, seguramente, habrá. Eso sí, no va a dejar su jugosa dieta en el Senado, lo que lo convierte en un incongruente. ¿Por qué? Pues como siempre hay un tuit, en 2023 reclamó con aires de grandeza la renuncia al PRI de figuras como Miguel Ángel Osorio Chong, Eruviel Ávila y Claudia Ruiz Massieu, acusándolos de “dignidad selectiva”, por lo que les pidió, en ese entonces, renunciar al cargo al que llegaron gracias al partido. ¿Hará lo mismo? Ingenuos nosotros.
Es cuanto.
Ahora será un “ciudadano”
Néstor Camarillo, en su video de despedida de las huestes tricolores (y de sus viudas y viudos), afirma que ahora (típico de un político venido a menos) encabezará una “agenda ciudadana”. ¡Qué bárbaro! Se escuchan los redobles, las porras. “Soy un demócrata (sic), soy un hombre que defiende las instituciones y respeta los ciclos, el mío hoy se cumple al frente de este partido”. Eso sí, en los casi 2 minutos que dura la grabación nunca mencionó al PRI por su nombre, sino “este partido”. Ni Judas se atrevió a tanto.
Es cuanto.
#Puebla 🇲🇽, tengo un mensaje importante que compartirles: pic.twitter.com/jN5RYDfKbr
— Néstor Camarillo (@NestorCamarillo) August 25, 2025
