Ahora que el Gobierno de México y el Gobierno de Puebla están atendiendo con contundencia, sin limitar recursos y todas las horas de todos los días, desde que ocurrieron las tragedias, las afectaciones por las lluvias en la Sierra Norte, los fascistas poblanos se inventan pretextos, quejas, posiciones falsas y hasta causas hilarantes para el denuesto y para criticar todo lo que se hace.

Son aquellos y aquellas que quisieran ver muchos muertos, que son tan perversos y tan siniestros, que están deseando que las tragedias sean más grandes.
Son mezquinos y seres infrahumanos, sin sentimientos y sin razocinio.

Seamos honestos y hagamos una lista, apenas como resumen, de quienes integran esa derecha poblana:

Apunte usted al ridículo que se siente de abolengo, porque tiene el apellido Tal o Cual, que por cierto ya está muy percutido y muy devaluado, por la corrupción de sus antepasados.

Apunte usted a la ex funcionaria que en esta administración no alcanzó hueso y que reclama una posición, que ni le corresponde, ni se ganó.

Está también aquel o aquella que defiende a los oligarcas y sus fortunas, como si fueran a recibir herencia, pero que debe hasta la camisa en las tiendas de los pagos chiquitos.

En menor medida, pero también hay que registrar a los panistas resentidos, que ya ni en su partido tienen cabida, pero que rabiosamente proclaman en las redes que el pasado oscuro, de saqueo y de corrupción del morenovallismo, fue mejor.

Apunte también a los políticos advenedizos, que no saben ni siquiera dónde están las colonias populares de Puebla capital, y menos aún se han manchado sus carísimos mocasines en las calles sin pavimento donde viven los poblanos que verdaderamente necesitan ayuda.

No puede quedar fuera la aspirante a legisladora, que desde su camioneta de lujo ve pasar a los pobres y les saca foto porque le parecen muy curiosos.

Pero que no se nos olvide el clasemediero que tiene un carro que es más caro que su casa y un teléfono de alta gama, pero tiene también hasta el cuello las deudas y se queja de los apoyos que ahora reciben los adultos mayores y los estudiantes.

Y no podía faltarnos, por supuesto, aquel personaje simulador, que dice que “mueve masas”, y que pretendió que le dieran un gran cargo en el actual gobierno, pero no tenía ni experiencia, ni credenciales académicas y mucho menos buena actitud.

Son “fachos”, son clasistas, son simuladores.
Y en medio de la tragedia son buitres.