Era de esperarse que los organismos empresariales, en paralelo, se subieran al tren de la derecha para hacer lo que mejor saben hacer: sumarse a la narrativa de estar en contra de la 4T y los gobiernos progresistas. Al unísono, como el coro escolar, fijaron posturas respecto a los dos temas que preocupan a la derecha: la Reforma Judicial y la dichosa sobrerrepresentación. Obvio, hacen una defensa a ultranza de los jueces, ministros y demás togados, con consignas ya hechas por los opositores a la iniciativa del presidente López Obrador. Sí, son las mismitas, en sintonía de quienes han sido favorecidos por fallos judiciales. Piden, sin cortapisas, violar la ley, claro, matizado. Llaman al Tribunal Electoral federal a evitar la sobrerrepresentación con una “debida interpretación del principio de Representación Proporcional”. ¡Miau! Hasta utilizan los mismos hashtags para difundir su discurso. El hecho de que muchos reproduzcan la misma cantaleta no quiere decir que sea verdad. La ley es la ley y punto. ¿O acaso lo que buscan es que el Tribunal se pase la Constitución por el arco del triunfo? Siguen sin entender lo que se votó el pasado 2 de junio.

De él, el cantautor Joaquín Sabina, quien es considerado el mejor letrista de la historia en España, ha dicho que se trata del más grande poeta ibérico; personajes de la estatura de Joan Manuel Serrat se sienten sus cómplices y abrazan su obra. Se le considera el rockstar de la poesía de habla hispana, y es un tipo profundamente inteligente, elocuente, reflexivo y humilde. Nuestro medio aliado, Magma Media, entrevistó al poeta español, Luis García Montero. La enorme estatura de este artista sólo es comparable con la enorme humildad del hombre humanista y de izquierda. La Casa de la Cultura de la capital poblana fue el escenario. Pronto verán la pieza en su versión en video y escrita. Fue tan generoso que, incluso, de Almuneda Grandes, su esposa fallecida hace casi 3 años, se dio tiempo de hablar, de dejar ver su sentir, de estremecer a los entrevistadores y lo hará también con el público.

Están muy equivocados quienes piensen que la poblana Olivia Salomón dejó de estar en el afecto de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo. Para nada. Ella fue una de las invitadas especiales, hace un par de semanas, en el acto político que la presidenta tuvo en el Teatro Metropólitan, de la Ciudad de México, luego de que Claudia recibió la validación como la primera Presidenta Electa del país, en más de 200 años de la República. Ese día, precisamente ese día, además de acudir al acto, Olivia Salomón tuvo reuniones muy, pero muy importantes. Al menos una de ellas, que ojos acuciosos de reporteros, aunque con la discreción de caballeros, vieron, dejan claro que la poblana sigue en el afecto cercano de Sheinbaum y de su principal grupo. En un restaurante cercanísimo al Teatro Metropólitan, en una mesa discreta, entre sonrisas y una comida de amigas, Olivia estuvo y seguramente recibió muchos mensajes y noticias directas. Los reporteros que la vieron y la saludaron no dirán nada en público, pero sí viene pronto algún nombramiento. Que conste que aquí se adelantó que en esa mesa discreta y con una interlocutora de vital importancia, Olivia tuvo una charla de amigas, larga, y entre sonrisas.

Cuando cierto personaje afirmó, en días pasados, que había encontrado el algoritmo con que se maquinó el presunto fraude cuatrotero, muchos rieron, otros esperaban con ansias que cayera el Mesías Tropical (como tachó Claudio X. a AMLO) y, muy pocos, contuvieron la respiración. Víctima de su propio historial, Pedro Ferriz de Con se convirtió en el hazmerreír no sólo de la izquierda progresista, sino también de la derecha (hasta de los comunistas perfumados). Si le quedaba un poquito de credibilidad, la perdió por querer imponer una narrativa que no se sostiene ni con el pelo de una rana calva. Ni hay tal algoritmo, ni fraude electoral, ni nada. No cabe duda de que el talento brinca una generación. Bueno, en su caso, hasta dos generaciones. ¿Recomendación? Váyase a un retiro espiritual, para limpiar el alma.