Desde que se fundó la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), Occidente ha tenido la necesidad, más no las pruebas, de que el comunismo buscaba implantarse como una ideología hegemónica mundial, como lo ha hecho el capitalismo, el neoliberalismo y demás ideologías de izquierda, centro, derecha, arriba y abajo.

Nada más faltó que alguien aceptara para que, por cualquier cosa, cierren calles, avenidas, bulevares o carreteras como medida de presión y el gobierno resuelva un problema.

Donald Trump lo volvió a hacer. Desviar la atención con algo que tenía más de medio siglo en vilo a Estados, con teorías de la conspiración yendo y viniendo, pues parece que dio mucho más de qué hablar con la liberación de los archivos secretos del asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy.

Esta icónica frase, cuyo autor fue el emblemático “Chico Ché”, aplica a lo que exhibió la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en la “Mañanera del Pueblo” de este martes.