Este sábado 9 de agosto, en la comunidad de San Lorenzo Joya de Rodríguez, Tepeaca, Puebla, el arzobispo Víctor Sánchez Espinoza presidió una emotiva ceremonia con motivo de la fiesta patronal en honor a San Lorenzo Mártir. En el atrio de la iglesia, se celebraron confirmaciones y primeras comuniones, rituales que marcan un paso fundamental en la vida cristiana de los niños.
Durante su homilía, el arzobispo subrayó que agosto es un mes lleno de celebraciones importantes para los pueblos de la región, reafirmando la relevancia de los sacramentos.
“El bautismo, la confirmación y la primera comunión son los tres sacramentos que nos inician en nuestra vida de fe y vida cristiana”, afirmó con convicción ante los asistentes.
Uno a uno, los pequeños recibieron la unción con óleo (crisma) en la frente, mientras el arzobispo pronunciaba las palabras:
“Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo”. Este gesto simbólico selló su compromiso con la fe.
Los padrinos tuvieron un rol clave, al entregar la Biblia y el Rosario, símbolos de guía espiritual que invitaron a los niños a leer y reflexionar sobre las enseñanzas bíblicas. Cada infante, previamente formado mediante catequesis adaptada a su edad, participó por primera vez en la comunión, acompañado por sus padres y padrinos en un momento de gran significado.
Al concluir la misa, el párroco local agradeció al arzobispo por su presencia, destacando su entrega al participar a pesar de las dificultades de salud. La comunidad vivió una jornada de profunda unión y renovación de fe, en la que se reforzó el vínculo espiritual entre generaciones.
