La ciudad de Puebla vivió una tarde complicada el 12 de julio, cuando una lluvia torrencial superó con creces la capacidad de su infraestructura pluvial. Agua de Puebla actuó de inmediato para atender los más de 30 sitios reportados con encharcamientos severos.
Con el apoyo de brigadas operativas y unidades hidroneumáticas, el personal trabajó en zonas clave para desbloquear rejillas y drenar el agua estancada.
Los datos meteorológicos revelan que la lluvia acumulada rebasó los 58 mm en menos de dos horas, un volumen que dobla la capacidad que la red puede manejar sin colapsar. Esta descarga repentina causó afectaciones principalmente en vialidades, volviendo intransitables varias avenidas.
Un factor crítico fue la acumulación de basura en las rejillas, que obstruyó el paso del agua. Según Agua de Puebla, “el 80% de las afectaciones se vincula directamente con residuos urbanos mal gestionados”.
El organismo sigue en fase de atención y monitoreo, y pide a la población no transitar durante lluvias intensas, evitar zonas inundadas y reportar obstrucciones para una respuesta más eficaz.