En tiempos donde las portadas se llenan más con fotografías de políticos en hoteles VIP, viajes de primera clase y hasta presumiendo fuero, en lugar de logros legislativos o de gobierno, la dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde Luján, lanzó desde Puebla un mensaje que busca rescatar los principios que dieron origen al Movimiento de Regeneración Nacional: austeridad, transparencia y cercanía con la gente.
Su visita a Puebla no fue un acto protocolario más. Caminó por calles, se dejó ver entre la militancia y anunció dos medidas que, si se cumplen, podrían marcar distancia con las prácticas que hoy desgastan la imagen del partido. La primera, la creación de la Escuela Municipalista de Morena, un programa que capacitará a presidentes municipales, regidores y síndicos para que comprendan y apliquen el concepto de austeridad republicana en la administración local. No se trata solo de talleres, sino de una apuesta por formar cuadros políticos que gobiernen con menos derroche y más sentido social.
La segunda medida es aún más disruptiva: cerrar la puerta al nepotismo. Alcalde Luján confirmó que en 2027 Morena no postulará a familiares de actuales funcionarios, una práctica que, aunque legal, erosiona la confianza ciudadana –y de eso hemos padecido en Puebla durante años–. Esta política se aplicará en las 17 gubernaturas y todas las presidencias municipales en disputa ese año, adelantándose a la prohibición que entrará en vigor a nivel nacional en 2030.
Además, anunció la conformación de 2,904 comités morenistas en Puebla, uno por cada sección electoral, mediante un proceso de votación secreta que se desarrollará de agosto de 2025 a enero de 2026. El objetivo es llegar a 2027 con una estructura partidista renovada y más democrática.
En un partido que nació como contrapeso a la corrupción y al abuso de poder, pero que hoy enfrenta señalamientos por excesos y lujos de algunos de sus cuadros, el reto de Luisa María Alcalde es mayúsculo: reconstruir la credibilidad desde dentro. La dirigencia nacional parece entender que el desgaste no se revierte con propaganda, sino con acciones concretas.
Por ello, el discurso de Alcalde sonó claro y fuerte ayer en Puebla, como esa búsqueda decidida para que Morena vuelva a caminar por la senda que lo llevó a ganar la confianza del pueblo. Y ese camino pasa por recordar que la austeridad y la congruencia no son eslóganes… son compromisos que se cumplen o se pagan caro en las urnas.
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Director de Quinceminutos MX