TÍPICO DE UN empresario que no tiene nada de visión (como dice en sus videos), pues su riqueza viene de no pagar impuestos, es Ricardo Salinas Pliego. Chillón como es, el dueño de Grupo Salinas (que aglomera firmas como Elektra, Totalplay, TV Azteca e Italika) acusó como “golpe del Poder Judicial” que un tribunal le obligue a cumplir con sus deudas fiscales. Sí, ese mismo sujeto que –un día sí, y otro también- dedica el espacio radioeléctrico a golpear con mentiras a la presidenta Claudia Sheinbaum y su administración. “El que se ríe, se lleva”. Y con ese argumento anda apoyando, vía Altas Network (una agrupación de ultraderecha), a la creación del Partido Republicano (como el gringo), e impulsando a su abanderado, el actor Eduardo Verástegui. ¡Yisus nos libre!
EN UN ACONTECIMIENTO digno de película de ficción, o terror, fue la carta (podemos decir que post mórtem) de la finada Isabel Miranda de Wallace, que fue leída por Ciro Gómez Leyva (íbamos a decir periodista, pero este oficio le queda grande) en su espacio de Radio Fórmula. Al respecto, uno de los periodistas (ese sí, aunque a veces saca su talente derechista) que ha investigado a profundidad el caso Wallace, Ricardo Raphael, se dijo “sorprendido” de la aparición de la carta; y compartió en diferentes espacios noticiosos dos teorías: que el abogado del caso y el hijo de la difunta hayan falseado la misiva, pues el domingo fue absuelta una presunta involucrada. O Isabel Miranda conocía, antes de morir, lo que iba a pasar. ¡Qué cosas!
OTRO HECHO, que fue reportado en medios, y estuvo en primera plana de algunos rotativos nacionales, es lo respectivo al migrante detenido en Estados Unidos con lujo de violencia, Narcisco Barranco, al que la pinche Migra golpearon y le dejaron la cara llena de sangre. El video de la captura se volvió viral en redes sociales, pues los presuntos agentes del ICE andan campeando a sus anchas sin placa, sin identificación, encapuchados y armados hasta los dientes. No sólo eso: es padre de dos marines estadounidenses. ¡Se pasan!
UNO MÁS es el conflicto entre Israel e Irán. La pregunta que ha pululado en redes sociales es: ¿dónde está el uranio? Nadie sabe. Una teoría es que se llevó a Rusia, otra es que no había nada y, finalmente, que los bombardeos a las instalaciones nucleares no provocaron ningún daño y todo fue un montaje. ¿Para qué? Pues para calmar a un enfermo de guerra como es el premier israelí, Benjamín Netanyahu. Así que lo del Premio Nobel tendrá que esperar, pues aún no está terminada la pelea, el judío podría cometer una estupidez, y el régimen iraní no se quedará cruzado de brazos. El mundo, a pesar de las palabras grandilocuentes de Donald Trump, sigue en vilo.
EL ÚLTIMO, y no menos importante, es la entrevista que dio el piloto mexicano, Sergio “Checo” Pérez, a un podcast. Después de meses de silencio, y con las reservas de una persona que no le gusta el conflicto y es un caballero, dio cuenta de lo que pasó antes, durante y después de su salida de la escudería austriaca, Red Bull Racing. Con dos que tres dardos envenenados que cimbraron a Milton Keynes, “Checo” afirmó que el equipo está arrepentido de su salida (lo sabe de muy buena fuente); le pagaron 6 años de contrato, a pesar de que estuvo 4 corriendo en Fórmula 1 (ironía elegante); reconoció que si por RB fuera, correrían con un solo carro, el del tetracampeón del mundo, Max Verstappen (el tapatío fue subcampeón del mundo, nada más), y que todo gira en torno al primer garaje. También aseguró que va a regresar a la F1, siempre y cuando haya un proyecto que lo convenza, por eso sigue preparándose y analizando proyectps. El tiempo, como todo en la vida, pone las cosas en su lugar.
Es cuanto.
