El PT logró, el pasado 2 de junio, más de 286 mil votos a nivel estatal. La actual dirigencia, que encabeza Sánchez García, rompió así todas las referencias anteriores.
En la comida, en un conocido centro de convenciones, el comisionado Político Nacional petista para Asuntos Electorales, Ernesto Villarreal, destacó también los números en todo el país: “nuestro partido consiguió la votación más grande desde su fundación… a diputados federales, que incrementó 100 por ciento, es decir obtuvo más de 3 millones 200 mil votos. Habrá una bancada de más de 50 diputados federales, 150 diputados locales y 250 municipios en el país”.
Gran cosecha, sin duda.
Es cuanto.
Aprendiz de tirano
Todos aquellos que creían, divulgaban y afirmaban que México iba a ser Venezuela, Nicaragua con la Cuarta Transformación (4T), tenían al tirano como aliado. Bueno, aprendiz de tirano: el dirigente del PRI, Alejandro Alito Moreno Cárdenas. Ese personaje de la picaresca política, quien se reeligió como líder de lo que queda del tricolor.
Los tiranos, los dictadores empiezan así: con tintes presuntamente democráticos cambian las leyes, estatutos, reglas, para eternizarse en el poder.
Pero hay actores de la historia que lo hicieron de forma, digamos, elegante, sin que signifique un aval o aprobación, que conste.
En el extremo está Alito, quien, de forma burda, cínica, dando tumbos y pisoteando la historia del extinto Partido Nacional Revolucionario (PRI), para seguir al frente del PRI.
Como dice la chaviza: “Así no se fucking puede”.
Es cuanto.
En el PAN hace aire
Al parecer, el todavía presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, ya está dispuesto a soltar el cargo, luego de la estrepitosa derrota del 2 de junio.
Las entrevistas posteriores a ese fatídico domingo para la oposición a la 4T, los discursos y las declaraciones apuntan a que no hay otro responsable, entre otros, de la debacle que el propio Marko.
Surge la duda: ¿quién tendrá, entre otras cosas, el oficio político para encabezar a la oposición? ¿Quién será la persona, hombre o mujer, que vuelva a unir a la militancia para ser un verdadero contrapeso? Por lo pronto, los que han levantado la mano, entre los que se encuentra el poblano Eduardo Rivera Pérez, carecen de eso que hace falta: liderazgo. Si no, nomás vean las reacciones que generan en su respectiva aldea.
Es cuanto.