Con Donald Trump llegó a la Casa Blanca una élite de multimillonarios, que entre todos sumarían 1.2 billones de dólares. Es el total de las fortunas de Mark Zuckerberg, dueño de Meta; Elon Musk, CEO de Tesla; Jeff Bezos, fundador de Amazon, y otros magnates gringos que están en el primer círculo del presidente de Estados Unidos. Esta élite neoliberal es la que promueve, aunque con mayor fiereza lo hace Musk, las deportaciones masivas, la imposición de aranceles. Ya lo advirtió la eurodiputada Irene Montero, del partido español Podemos. “Esa banda de súper ricos no son locos, son hijos sanos de un sistema neoliberal que está destruyendo la vida. Donde los multimillonarios pueden vivir por encima de la ley”, advirtió ante el Parlamento Europeo. Sí, esa comunidad que está sometida a los designios de un agresivo sistema que no le importa la gente ni la democracia, sino ver dónde se puede hacer más negocio. Con la autorización de Trump para hacer redadas en escuelas, iglesias y hospitales, la locura está cada vez más peligrosa. A 48 horas de haber asumido su segundo mandato, aún no se han dado las tan avisadas redadas masivas y deportaciones de migrantes, pero el sólo hecho del amago ha provocado mucho estrés y miedo, mucho miedo.
Es cuanto.
















