Por su opulencia, las críticas hacia la jerarquía era tema cotidiano, por eso muchos feligreses dejaron de asistir a misa y dar el diezmo. El hecho que Jorge Mario Bergoglio cambiara su lugar de descanso a Santa Marta impactó de tal forma que fue visto bien por los fieles, lo mismo que no usar ropajes carísimos, calzado de lujo y destinar ese dinero a los más necesitados. Como debía ser. Contrario a otros pontífices, a los que les crean una historia de humildad, el papa argentino sí dio pasos contundentes y fue congruente con sus raíces en Buenos Aires y las enseñanzas de su familia. Sobre todo, fue un defensor férreo de la paz, mostró su animadversión a las guerras, por lo que no tuvo empacho en enfrentarse a líderes como Vladimir Putin, de Rusia, y Donald Trump, de Estados Unidos. Su política antibelicista también la aplicó contra Israel, haciendo constantes llamados a frenar el conflicto con Palestina, y mencionó al genocidio por su nombre. Así fue Bergoglio, un papa que fue reconocido mundialmente por su carisma, a excepción de su paisano, Javier Milei, quien en el pasado lo ofendió y hasta le llamó “representante del maligno”, pero en su pésame en redes sociales resaltó su bondad. Caray, los grandes hombres exhiben a los miserables.
Es cuanto.
Había olvidado esto, la carabinera se cayó del caballo y el papa Francisco detuvo la caravana en Iquique y se bajó a ver cómo estaba pic.twitter.com/ubjrAvAD2A
— 𝓒𝓪𝓻𝓲𝓽𝓸🌸 (@Carito_MR) April 21, 2025