En los resolutivos del Consejo Nacional, el partido lopezobradorista definió que no habrá nepotismo y estipuló las reglas claras a partir de los procesos electorales que vendrán, con lo que confirman lo propuesto por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Es decir: le hacen caso a la mandataria y no a los aviesos que querían pasarse de listos, como Adán Augusto López Hernández, Ricardo Monreal Ávila y otros legisladores más que querían, aprovechando sus cargos públicos, heredar candidaturas a familiares. El caso más sonado y famoso es Zacatecas, donde un Monreal ni picha, ni cacha, ni deja batear, todo con la venia de su hermano, y quieren dejar a un tercero, o tercera en la gubernatura. Por eso, Morena, con esta determinación, marca el rumbo que desde el 2018 estableció el fundador del movimiento, Andrés Manuel López Obrador. Y también, porque este tipo de individuos al ver mermados sus intereses comienzan a generar conflictos, dispuso de un acuerdo de unidad para no caer en sectarismos ni exceso de pragmatismo. Tal parece que los dirigentes hayan escuchado al pueblo que está harto de gandallismos.
Es cuanto.
Quedó a deber
El deporte del pugilismo vive momentos complicados. Qué lejos se ven esos momentos en que verdaderos gladiadores se enfrentaban en el cuadrilátero: Juan Manuel Márquez, Manny Pacquiao, Óscar de la Hoya, Julio César Chávez, Sugar Ray Leonard, Mike Tyson, Muhammad Alí, Evander Hollyfield, entre muchos otros que dejaron un legado importante. Ahora, con la segregación que hubo de federaciones a finales de la década de los 2 miles, el boxeo pasó de un evento exclusivo, con transmisiones Pay Per View a una dispersión que generó más deportistas de un muy bajo nivel. El Consejo Mundial de Boxeo (CMB), que en el pasado dirigió un visionario, no exento de escándalos, Don José Sulaimán, era la agrupación que comandaba el deporte, y ahora está dispersada en varias empresas que sirven, a la vez, de promotores de nuevo talento, como la que encabeza De la Hoya, Golden Boy, que vender los derechos de transmisión. Esto ha provocado un espectáculo deplorable, con poca trascendencia y, eso sí, mucho dinero ingresado. ¿Un ejemplo? El show patético del “Canelo” Álvarez contra William Scull, la noche del sábado. El boxeo se queda sin figuras, referentes y nula competitividad.
Es cuanto.
