• 15 de Octubre del 2025
Miércoles, 15 Octubre 2025 18:59

El espejo político que emerge ante la tragedia en Puebla

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El espejo político que emerge ante la tragedia en Puebla Foto: Especial

La tragedia en la Sierra Norte dejó más que daños materiales: puso a prueba no solo la capacidad de respuesta del gobierno estatal, sino también la eficacia del modelo de coordinación federal impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum y, en medio de la emergencia, mostró un espejo político en el que se refleja una administración que apuesta por la empatía como instrumento de gobernabilidad, pero también una ciudadanía que exige que la solidaridad del momento se transforme en políticas permanentes.

Más allá del acto asistencial, lo ocurrido en comunidades de Huauchinango, Xicotepec, Teziutlán, Pantepec, Francisco Z. Mena, entre otros, revela una estrategia comunicacional y de gobierno: el poder de la presencia.

No obstante, la decisión del gobernador Alejandro Armenta de acudir personalmente al lugar, escuchar testimonios y acompañar la entrega de apoyos, parece responder también a una lógica política moderna que coloca a la empatía como herramienta que acerca al gobernante con los votantes.

Desde un ángulo analítico, la crisis ha servido como escenario para fortalecer el capital político de ambos mandatarios. Armenta ha sabido proyectar un liderazgo empático, humanista y operativo; Sheinbaum, por su parte, consolida su imagen de mandataria sensible, pero con capacidad de gestión y respuesta –independientemente de los ajustes internos, como el regaño al alcalde morenista de Huauchinango, Rogelio López Angulo–.

La escena del gobernador recorriendo las zonas afectadas y expresando frases como “la prioridad es atender y salvar vidas”, marca una acción simbólica que refuerza legitimidad moral y política en un entorno de alta desconfianza ciudadana hacia las instituciones.

Sin embargo, la atención inmediata no sustituye los desafíos estructurales. El desastre evidenció las vulnerabilidades de infraestructura rural, la necesidad de actualizar los mapas de riesgo, y la urgencia de una política ambiental integral que reduzca la exposición a fenómenos naturales cada vez más frecuentes e intensos.

Una vez que pase la emergencia, el reto para el gobierno estatal será convertir la respuesta emergente en una política pública de resiliencia comunitaria, donde la reconstrucción de viviendas, caminos y escuelas sea acompañada por programas de desarrollo sostenible y prevención.

El desafío ahora es sostener el impulso humanitario cuando los reflectores se apaguen y los procesos de reconstrucción exijan continuidad, transparencia y eficacia. Solo entonces podrá hablarse, realmente, de una transformación que no solo atiende emergencias, sino que construye confianza y futuro.

Cuenta de X: @mecinas

Director de Quinceminutos MX

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